domingo, 17 de diciembre de 2017

La producción de un espiritismo religioso a la moda Brasileña



La producción de un espiritismo religioso.
La matriz del espiritismo hecho religión.

Traducción al Español de Jaime Baquerizo S.

El trabajo de "sistematización casuística1-racional" y de "banalización" (Cf. WEBER, 2000a) iniciado por Bezerra de Menezes puso las condiciones necesarias y fundamentales para el funcionamiento de la FEB, una institución burocrática con la función de manipular los bienes de salvación en el sentido de permitir a cualquier agente, esto es, permutables e intercambiables, en  el ejercicio de forma continua de las actividades necesarias al espiritismo.

1) Casuística;  Parte de la teología moral que trata de casos difíciles de conciencia y de conducta.

La FEB proporciona a los espíritas religiosos, además de su aval legítimo, los instrumentos prácticos indispensables para el cumplimiento de su función - material impreso (libros y revistas) entre otros materiales, y el propio espacio físico de la institución.

Se reducen así el precio del trabajo de producción simbólica para los nuevos participantes en el juego (ya que el grueso del trabajo religioso ya fue realizado por los iniciadores del movimiento) y la vulnerabilidad de la nueva religión.

Es por eso que los escritos de Bezerra de Menezes sirven de guion, de punto de apoyo, moderando el surgimiento de extravagancias y de excentricidades, poniendo límites, así, a la economía de la improvisación.

De ahí el recurso incesante a los trabajos y al modo de pensar de Bezerra de Menezes, que se hizo principalmente al modo espírita, o sea, a través de las innumerables psicografías firmadas con su nombre.

Por esa razón, se puede decir concluyentemente que, entre todos los participantes del juego, fueron justamente los jugadores que mantuvieron su participación activa dentro de los límites iniciales del espiritismo como religión, aquellos que más en el  capital simbólico agregaron su nombre, en otras palabras, los que más reconocimiento recaudaron.

Sin embargo, cabe ir más allá y hacer ver aquí que las bases de la fundación del espiritismo religioso no fueron erguidas solamente por Bezerra de Menezes, aunque su papel hubiera sido, indiscutiblemente, de fundamental importancia.





En ese trabajo inicial de marco teórico-doctrinario religioso del cual el espiritismo-cristiano es el resultado, donde hubo un grupo de agentes que sé involucraron activamente en la construcción de sus cimientos, agentes que formaron parte del ya citado Grupo Ismael, o Grupo de los Humildes, también denominado Grupo de Sayão, creado el 15 de julio de 1880



El principal núcleo del pensamiento espírita religioso, el grupo tuvo como fundador el abogado Roustanguista  Antonio Luiz Sayão, y estaba compuesto por el funcionario público el Roustanguista Frederico Pereira da Silva Júnior (el más importante médium de esa agremiación), por el funcionario de la Aduana João Gonçalves do Nascimento, por Isabel María de Araújo Sampaio, por Manuel Antonio dos Santos Silva, por el periodista y literato Francisco Leite de Bittencourt Sampaio, entre otros. Todos Roustanguistas.




Algunos de estos integrantes, bajo el liderazgo de este último, fueron los mismos que años antes habían formado parte de la Sociedad Espirítica Dios, Cristo y Caridad por Francisco Leite de Bittencourt Sampaio en (1876), que a su vez habían sufrido problemas internos entre sus miembros por darle a la Doctrina Espirita el aspecto religioso, donde algunos miembros que no aceptaban el aspecto religioso llevaron a convertirla en Sociedad Académica Dios, Cristo y Cristo Caridad por el Científico Antonio da Silva Neto, en (1879), grupo predominantemente científico a pesar del nombre.




Así, con los disidentes religiosos de la primera sociedad, llevaron a fundar otro centro religioso, bajo el mando del Roustanguistas  João Gonçalves do Nascimento, el 21 de marzo de 1880, el Grupo Espírita Fraternidad.

De orientación evangelista, ese grupo se hizo conocido por sus trabajos de "desobsesión", allí estudiando, en las sesiones ordinarias, el Evangelio según la perspectiva presentada por J.-B. Roustaing. La Fraternidad prosiguió con la orientación evangelista de Roustaing hasta convertirse en Sociedad Psicológica, ésta desapareciendo en 1893.

Sus participantes religiosos formaron parte, posteriormente del subsiguiente (y su heredero directo) Grupo de los Humildes o Grupo de Sayão (por él dirigido), más tarde denominado Grupo Ismael (por extenso: Grupo de Estudios Evangélicos del Ángel Ismael), integrados a la Federación espiritista brasileña, de 1884, donde existe hasta hoy.

"Académica", "Psicológica", entre otros, eran todos adjetivos utilizados por aquellos que estaban más interesados ​​en el lado científico o incluso filosófico del espiritismo.
Mientras que "Humildes", "Evangélicos", "Fraternidad", "Confucio", "Ismael "(Estos dos últimos son nombres de" espíritus-protectores ") eran las referencias de los espíritas religiosos. Formas, por tanto, de demarcar las diferencias y de posicionarse ante los demás, incluso en el léxico.

En realidad, todos estos procesos de fundar, escindir - dividir, reagrupar y participar de diversos grupos concomitantemente formaban parte de un proceso del movimiento religioso bien característico del inicio del espiritualismo llamado espiritismo en Brasil, como se dijo anteriormente.

Los adeptos espíritas transitaban, no sin tensiones, entre los diversos segmentos, teniendo como referencias básicas las tematizaciones "ciencia", "Filosofía" y "religión" en sus variadas y complejas articulaciones (a veces también un poco desconexas).

Es por eso que para efectos de análisis de ese proceso, es importante, e incluso indispensable -nos decimos - enfatizar que tales clasificaciones sólo se entienden aquí en términos típicos-ideales. Esto quiere decir que tomar el "grupo de los religiosos" como foco del análisis implica saber que, fuera de ese foco, se presenta como un conjunto de personas interrelacionadas e interdependientes que recorrían diversos agrupamientos asociativos espíritas, pero cuya predominancia temática de toque era indudablemente la religiosidad.

En el interregno o aislamiento de sus dos presidencias en la FEB, Bezerra de Menezes se aisló en el Grupo Ismael. En ese momento, profundizó su conocimiento sobre los cuatro evangelios, obra de Jean-Baptiste Roustaing, convirtiéndose posteriormente en su defensor y propagador.

Tanto es así que si comparamos sus dos gestiones al frente de la Federación, veremos que, aunque exalta también las facetas filosófica y científica del espiritismo durante su primera gestión, además, por supuesto, de sus aspectos morales, su segunda presidencia fue mucho más empapada de aspectos religiosos de clara influencia roustanguista.

No fue por casualidad, por lo tanto, el importante trabajo con mucha insistencia de vincular al Grupo Ismael a la Federación Espírita Brasileña haya sido articulado y realizado por Bezerra de Menezes cuando estuvo en su segundo mandato.

Elegido otra vez, Bezerra comenzó de forma más abierta y convencida a imprimir a la FEB una orientación basilarmente evangelista, invocando para la legitimación de esa inflexión los mensajes psicografiados y firmados por nada más y nada menos que el espíritu de Allan Kardec y el Ángel Ismael, este proclamado a través de las psicografías recibidas en el Grupo de Sayán como el "espíritu protector" de Brasil y de su población.

- Reunidos en nombre de Ismael, no tenéis otros deberes sino estudiar los Evangelios a la luz de la Santa Doctrina. Espíritu Allan Kardec. (WANTUIL, 2002: 234)
- La misión de los espíritas, en Brasil, es divulgar el Evangelio en espíritu y verdad. Ismael (IDEM)

El hecho es que Bezerra ya conocía los Cuatro Evangelios de Roustaing antes incluso de su segunda presidencia, pero fue solamente a partir de su el último mandato, con mucha más autonomía - porque había recibido poderes ilimitados - que él instituyó su estudio obligatorio en el nuevo estatuto de la FEB, al lado del estudio sistemático del Libro de los espíritus en sesiones públicas semanales. 

Por lo tanto, lo que había ocurrido a partir de entonces en términos más precisos fue un aumento en la divulgación de la obra de Roustaing y la subsecuente definición del inventado espiritismo cristiano que en la actualidad lo divulga Divaldo Franco, en su forma más polémica.

Sin embargo, la acentuación de la propaganda de las ideas roustainguistas en aquella época no fuera solamente obra perseguida por Bezerra de Menezes. Los otros espíritas igualmente importantes intermediaron su difusión en Brasil:

Francisco Leite de Bittencourt Sampaio y Antônio Luiz Sayão, fueron estos tres primeros constructores del espiritismo religioso. Ciertamente existieron muchos otros - imprescindible resaltar - que, participando de la economía de la producción de los bienes de “salvación”, y que acabaron por hacer algunas contribuciones e incluso algunas modificaciones; mientras que otros todavía fueron radicalmente contrarios a la concepción espírita defendida por la "trinidad" del espiritismo evangélico, aunque también fueran, esos otros, tenidos como espíritas religiosos.

En cualquier caso, cabe señalar que, además de las diferentes y no raras divergentes posiciones tomadas en cuanto al espiritismo religioso, el hecho es que estos agentes desarrollaron, con la ayuda posterior que tuvieron de sus seguidores, una conformación peculiar de un modo de ser espírita en Brasil y luego en el mundo cuando esas ideas del espiritismo religioso  lo masificaron con la creación del CEI (Concejo Espirita Internacional)

En los días de hoy, no faltan seguidores de todos estos pseudos espiritualistas denominados espiritas especialmente de estos tres líderes de ideas religiosas que se los designan como espíritas, para reconocer el mérito y la validez de su trabajo. "A las columnas del espiritualismo que profesan encubriéndolo como  espiritismo: Antônio Luiz Sayão, Bezerra de Menezes, Bittencourt Sampaio": esta es la dedicatoria hecha por un escritor totalmente religioso de ideas Roustanguistas, que se denomina espírita, cuya obra, Puente evangélico (de Burdeos a Pedro Leopoldo), narra el pasaje de las ideas del abogado bordelés de Francia para Brasil, ideas que fueron compartidas, entre otros espiritualistas denominándose espiritas, como Chico Xavier, el mayor nombre de ese denominado espiritismo brasileño en el siglo XX, nacido justamente en Pedro Leopoldo, ciudad de el subtítulo del libro que rinde homenaje.

Fue a través de la propalada facultad mediúmnica de Chico Xavier que las múltiples angulaciones de Los cuatro evangelios de Roustaing fueron definitivamente legitimadas y más propagadas.

Si desde Bezerra de Menezes - junto a sus seguidores Bittencourt, Sayão, entre otros - el programa Kardec-Roustaing ya era una realidad, fue sólo con la publicación del libro Brasil: corazón del mundo, patria del evangelio, obra psicografiada por Chico Xavier en 1938, que él lo volvió "espiritualmente" legítimo.

Una de sus primeras obras "recibidas mediumnicamente", ese libro relata la mentira, como una "preparación espiritual" fascinación de los espiritualista denominados espiritas del Brasil como tierra prometida del cristianismo en América, misión que sería totalmente cumplida con la llegada del espiritismo en su territorio.

El autor de dicho libro, supuestamente el espíritu del escritor Humberto de Campos (1886-1934), relataba los hechos históricos de los grandes viajes y la llegada de los portugueses en suelo brasileño, hasta los acontecimientos del siglo XX en Brasil, al explicar (o más bien, la interpretación) de los hechos siempre a la luz del espiritismo supuestamente.

También cuenta la trayectoria de la fascinación de los núcleos denominados “espíritas” anteriores a la FEB (más precisamente de los núcleos religiosos), así como su fundación y la historia de los principales agentes de esa institución; todo ello como si la existencia tanto de la FEB como de esos agentes, hubiera sido maliciosamente programados desde los tiempos más remotos.

La historia de Brasil aparece como una especie de epopeya espiritual comandada por los designios de los espíritus.

Era entonces que el tradicional programa de la FEB, la autodenominada "Casa-Máter" de ese mal llamado espiritismo hace que el Brasil, pasara a tener una nueva naturaleza: ella era ahora consagrado.

Fue así que Allan Kardec, el 3 de octubre de 1804, veía la luna de la atmósfera terrestre, en la ciudad de Lyon. Según los planes de trabajo del mundo invisible, el gran misionero, en su maravilloso esfuerzo de síntesis, contaría con la cooperación de una pléyade de auxiliares de su obra, designados particularmente para acompañarle, en las individualidades de João-Baptista Roustaing, que organizaría el trabajo de la fe [...]. (CHICO XAVIER, 1982: 173)

Y así, no sólo el programa de la FEB se consagró, sino también toda la historia de vida de los principales agentes de ese órgano.

Los mensajeros de Ismael, triunfando de la discordia que destruía el gran núcleo naciente [el Grupo Confucio], fundaban sobre él, en 1876, la "Sociedad de Estudios Espiríticos Dios, Cristo y Caridad", bajo la dirección esclarecida de Francisco Leite Bittencourt Sampaio, gran discípulo del emisario de Jesús, que, junto con Bezerra, había tenido su tarea previamente determinada en lo alto. A él se reunió Antonio Luiz Sayão, en 1878, para las grandes victorias del Evangelio en las tierras del Cruzeiro. (IDEM, p 185).

Una de las características de la literatura espírita (sobre todo si es del género biografía) es el empleo frecuente de un tono no sólo edificante, esperado en cualquier literatura de divulgación religiosa, pero también y sobre todo emotivo, exageradamente sentimental y melifluo, no se entiende bien por qué, además de la deducción obvia de que esa escritura dice mucho tanto de aquellos que la producían como de aquellos que la consumían.

Y eso hasta los días de hoy. Otra característica corriente en los escritos espíritas de los brasileños, y eso también hasta los días de hoy, es el uso de un lenguaje excesivamente elevado, afectado, cargado de adjetivos más inusitados, conformando un lenguaje dominado por una cultura que se pretende sofisticada, pero es sólo frívola, con una necesidad de tratar de demostrar en el modo de escribir un status adquirido de escolaridad superior a la de la mayoría de los brasileños; quien sabe, tamaña la necesidad de presentar algo como “intelectualmente elevado”, dando a entender que se pueda reconocer como digno de respeto y consideración.

En el caso de ese espiritismo religioso en Brasil es la búsqueda de aceptación y respeto también por la "buena presentación" y "buena apariencia" de su discurso escrito, de su discurso en la literatura de vulgarización, en la que se transmite, al fin y al cabo, el contenido fuera del común y doblemente heterodoxo de un espiritismo que se hizo religioso.

Es con ese lenguaje pomposo y de cierta forma pedante que los líderes espíritas religiosos del Brasil buscaban cavar su espacio en el campo religioso brasileño, siendo para tanto necesario demarcarse con trazos ostensibles de distinción.

No cuesta añadir que, invariablemente imbuidos en una fascinación de que "estar encarnado" es siempre una misión, para ellos la estancia aquí en la Tierra en una situación social superior siempre fue doctrinariamente considerada por ellos como algo religiosamente merecido, y merecido por cada uno de ellos en las vidas pasadas que llevaron.

Todos estos aspectos formales de una expresividad intencionalmente enternecedora en el relato de hechos nos llevaron a no poder dispensar, en el examen de las biografías - una de las principales fuentes de esta investigación - la mirada con distanciamiento crítico y la conciencia permanente de la necesidad de pesar y medir, es decir, de calcular cuidadosamente el contenido y el tono de las informaciones en ellas presentadas; biografías que a menudo parecen hagiografías 2. Un pequeño ejemplo:

2) Hagiografía;  Historia de la vida de un santo; puede tener carácter literario narrativo o dramático. "la hagiografía más antigua es la "Vida de san Antonio Abad" escrita por san Atanasio en el año 357"

Esperando la ocasión de fijarse en la institución venerable [la FEB], que guarda las tradiciones y continúa su santificada labor al lado de las criaturas, ESTA célula referida [Grupo Ismael] permanecía con Antonio Luiz Sayão y Bittencourt Sampaio, desde el 24 de septiembre de 1885, hasta que Bezerra de Menezes, con sus grandes sacrificios e indescriptibles devotos, eliminara las más serias divergencias y aplanara los obstáculos, utilizando sus inagotables reservas de paciencia y de humildad y consolidando a la Federación para que se formara una organización federativa. Mientras tanto, muchos compañeros de la caravana espiritual se dejaban llevar por innovaciones y experiencias extrañas a los preceptos evangélicos, el Grupo Ismael esperaba una época de comprensión más elevada y armoniosa para el desdoblamiento de sus preciosas actividades. Todavía en las luchas pesadas del mundo, Bezerra de Menezes era el impávido conquistador, en su apostolado de preparación, fraternizando con todos los grupos para conducirlos suavemente a la sombra de la bandera del gran emisario de Jesús [el Ángel Ismael]. (IDEM, página 204)

Uno de los más importantes “espiritas” del Grupo Ismael, el Roustanguista Francisco Leite de Bittencourt Sampaio, y como ya se ha dicho, surgida la primera sociedad espírita en Río de Janeiro, el Grupo Confucio, de la cual él formó parte, siendo uno de sus primeros directores.

Lo que todo indica, es que fue atraído inicialmente al espiritismo por los fenómenos "provocados" por los espíritus, dedicándose así a sus estudios.

Sin embargo, por el análisis de su obra espírita y por la dedicación prestada a la propaganda del espiritismo, su mayor atención estuvo incluso orientada a sus aspectos religiosos.

Tanto es así que todas las agrupaciones de las que formara parte tenían como carácter distintivo la relevancia dada a la interpretación religiosa del espiritismo.
Allí, en aquella institución, quedaría conocido por su "mediumnidad recetista", tratando a muchos enfermos con remedios homeopáticos.

En 1876, cuando fue fundada la "Sociedad de Estudios Espiriticos Dios, Cristo y Caridad", Bittencourt Sampaio había hecho parte de ella, presidiéndole los trabajos, de los cuales formaba parte importante el estudio de los evangelios a la luz de Roustaing. 

Fundando tiempos después el Grupo Espirítico Fraternidad, donde Bittencourt también prestó su colaboración, así como al Grupo Ismael, dirigido por su colega Antônio Luiz Sayão, todos Roustanguistas.

Además de estar al frente de esas instituciones - posición que, además, le permitió imprimir más fuertemente el carácter religioso al espiritismo -  Bittencourt empezaba a aventurarse también en la producción literaria espírita.


Su composición poética, la completó escribiendo para el volumen una segunda parte, en prosa, en la que cada uno de los cantos es explicado a la luz del espiritismo, precedidas de estas explicaciones de larga "Prefación", donde se halla explicada la visión espírita de la divinidad de Jesús.

Una tarea que pocos serían capaces de realizar, porque la demanda de una cantidad bastante alta de capital educativo, precisamente, debido a que requiere un buen dominio no sólo de la lengua portuguesa y hasta de la literatura, sino también del conocimiento más allá de los más comunes acerca de la Biblia y en particular de los evangelios - dominio que fue adquirido a lo largo de su educación religiosa.

Es por eso que, en el examen de los actores fundadores del espiritismo religioso en Brasil, una de las conclusiones que salta a los ojos es que, desde sus orígenes, ese movimiento fue portador de ideas arcaicas, que estuvo siempre atado a una capa letrada socialmente privilegiada y religiosa.

No es casualidad que aún hoy se pueda apuntar como un rasgo notorio de esa religión el elevado grado de escolaridad de sus adeptos. Pues por el hecho mismo de ser una religión letrada, una religión sacada de los libros, que se pretende, por encima de todo, racional y positiva, ella exige de sus seguidores un hábito correspondiente, un trato mayor con las letras y cierta familiaridad con un tipo de pensamiento más sutil.

     Así comenzaba su libro en la parte denominada "Advertencia";

El deseo de inocular en el espíritu y corazón de mis hijitos las santas palabras del Divino Maestro y mostrarles que no se vive tan sólo del pan material me llevó en los días santificados al estudio de los Evangelios. [...] De ese estudio, en el recogimiento y meditación del gabinete, surgió la idea de trasladar para versos heroicos el Cuarto Evangelio, que fue siempre el de mi particular predilección. (SAMPAIO, 1988, p.9)

Su elección se derivaba del hecho de que eran justamente los escritos del último evangelio que mejor retrataban "en vivo la majestuosa figura de aquel que supo grabar en el corazón de los siglos las verdades que sembró en el Gólgota con la sangre derramada desde lo alto de la cruz" (IDEM).

Pero más allá de esa figura de Jesús sangrando en la cruz tan cara al catolicismo latinoamericano, para Bittencourt estarían precisamente en el evangelio de Juan las referencias más explícitas (las mismas abrazadas por Roustaing) a la naturaleza espiritual del cuerpo de Jesús, "el profeta de Nazaret, el hijo primogénito de María Virgen " (IDEM, página 11).

Bittencourt Sampaio también fue conocido en su época por sus trabajos de su "mediumnidad curadora" o "mediumnidad recetista" y a eso es que el Dr. Antonio Luiz Sayão se convirtió al espiritismo religioso.

Sin embargo, sin dejar de lado su trabajo práctico de asistencia, Bittencourt continuaba dedicándose simultáneamente a su producción intelectual en provecho de la formulación de un espiritismo cristiano ideas derivadas de los estudios de los Cuatro Evangelios de Roustaing.

Mientras tanto, cuando se preparaba para escribir "La Divina Tragedia del Gólgota cuando fruto maduro, fue cosechada por la mano del celeste jardinero”, vino a  desencarnación.

Pero, incluso después de su muerte, el "espíritu" de Bittencourt Sampaio siguió - así como el de Bezerra de Menezes - en la labor espírita.

De este modo, continuó "escribiendo", a través del médium Roustanguistas Frederico Junior, entre otras, las siguientes obras: "Jesús ante la cristiandad" (1898), "De Jesús a los niños" (1901) y "Del calvario al apocalipsis" (1907)), todas publicadas por su colega Antônio Luiz Sayão.

Del mismo grupo de Bittencourt y de Bezerra, forma parte también otro pionero del espiritismo religioso en Brasil, el abogado carioca Antônio Luiz Sayão. Espirita desde 1878, fue el responsable de la creación del Grupo de los Humildes o Grupo de Sayão, entidad creada a partir de las discordias entre científicos y religiosos.

Su conversión al espiritismo religioso es narrada por él mismo en uno de los números del Reformador, en formato de carta dirigida al lector.

Después de haber perdido las esperanzas en cuanto a la curación de su esposa, Sayán fue invitado a participar en una sesión espírita. En principio se reitera por su fe católica y también por no creer en la eficacia de la homeopatía, ya que de aquella sesión sólo recibía medicamentos homeopáticos para la enferma. Así escribió:
 Mi querido hermano,

[...] Corría el año de 1878, para mí triste, lleno de aflicciones y amarguras, que sólo me daba lenitivo el verter de las lágrimas. Yo no cesaba de implorar la misericordia divina [...]. Los sufrimientos de mi mujer, que, más o menos, databan de seis años, se habían agravado al punto de que su médico asistente me dijo que el término fatal se aproximaba [...].El 11 de septiembre de ese mismo año, [...] me encontré con el Sr. Cândido de Mendonça, empleado en el Foro, que, penalizado de verme llorando, me aconsejó que buscaba a mi colega, que, en el travesaño del Oidor, ofrecía remedios homeopáticos para las molestias consideradas incurables, con resultados espantosos. Agradeciéndole la parte que tomaba en mi dolor, le respondí que no podía someter a mi mujer al tratamiento de un hombre distinto [Bittencourt Sampaio], es verdad, como lo conocía, pero extraño completamente a la ciencia médica, cuando yo tenía los recursos que me podían ofrecer las notabilidades que ya la habían desengañado. El Sr. Cándido de Mendonça, como un enviado de la Providencia, insistió [...], cuanto más tratándose de un hombre conocido, notable y ya afamado por curas en casos idénticos; pidiéndome que por lo menos me certificara esa verdad para justificación de lo que me refería. Pues bien, al día siguiente (12 de septiembre de 1878), a las once de la mañana, asistí, donde encontré a aquel compañero y más algunos que le ayudaban, habiendo gran número de personas, unas recibiendo medicinas, otros a la espera a su vez, todos alegres y contentos, refiriendo los milagros de las aplicaciones que hacía con caridad evangélica el hombre tan conocido, por ser un literato distinto, titulado con carta de Bachiller en Derecho, habiendo ya ocupado los cargos de Presidente de Provincia, Asamblea General, pero completa y absolutamente extraña a la ciencia médica [...].

Como el propio Sayão reconocía en la época, las cualidades, es decir, los capitales que cubrían Bittencourt Sampaio fueron los factores más importantes para su decisión de ir a tal sesión y de creer que esas medicinas podrían surtir algún efecto. Al final, a pesar de nada saber sobre medicina, se encontraba allí un doctor de la ley en la figura de Sampaio, un político conocido que trataba de enfermos a través de la homeopatía.

Este hecho nos hace nuevamente reforzar que fueron justamente los capitales externos al dominio religioso, traídos por médicos, abogados, literatos, políticos, entre otros, que garantizaron al espiritismo su fortalecimiento y su entronización, cada vez más visible, en el campo religioso en formación.

Y así finaliza su carta, su relato sobre su conversión y el inicio del Grupo de los Humildes o Grupo de Sayão:

Ante todo tan extraordinario y tan real [...] tomé el firme propósito de sólo formar juicio después de un estudio serio y reflejado. Es así que traté de estudiar con los libros del Maestro, la Revelación de la Revelación sobre los cuatro Evangelios, recibida de los Espíritus y coordinada por Roustaing. Traté también de la verificación práctica, trabajando regularmente, durante dos años, con médiums que reuní en una sala para esto especialmente construida en mi residencia [dando origen al Grupo de Sayão o Grupo de los Humildes]. En estos trabajos he comprobado todas las verdades expuestas en la referida obra del Sr. B. Roustaing [...].
De su humilde hermano,
El abogado ANTONIO LUIZ SAYÁN.

"Guiado por el espíritu de un fraile", Sayão comenzaba su obra espiritualista denominada espirita. Lo que pasó en la fase inicial de su Grupo, él describió minuciosamente en su primer libro titulado "Trabajos Espíritas" (1893).

Pero fue sólo en 1897, con la publicación de "Estudios Evangélicos", más tarde reeditado bajo el nombre de "Elucidaciones Evangélicas" (1902), que la pena de Sayão pasaba a colaborar más efectivamente en la construcción intelectual del espiritismo como religión.

Sirviendo posteriormente de base a los estudios del Grupo Ismael y de la FEB, su obra venía como para complementar los esfuerzos de los trabajadores del espiritismo cristiano, por eso mereciendo destaque en las páginas del Reformador en la ocasión de su publicación:
Altísima es la misión de los que fueron elegidos para hacer en la Tierra la obra de Dios: la divulgación del Evangelio según la luz del Espiritismo y entre aquellos misioneros dispersos por toda la Tierra, se levantaron entre nosotros Bittencourt Sampaio, con su Divina Epopeya, y Antônio Luiz Sayão, con sus estudios del Evangelio.
Aquel limitó su trabajo, que es monumental, al Evangelio de Juan. Este levantó su monumento sobre los de Mateo, Marcos y Lucas. Una complemento del otro [...].
Ninguno salió de los límites trazados por Roustaing; pero quiere uno, quiere otro, sustituyeron la larga y difusa explicación de aquel autor, por explicaciones lúcidas y concisas de los textos evangélicos.
Sus trabajos pueden ser dichos: perfecto resumen de la interpretación de los Evangelios en espíritu y verdad, de Roustaing, corregido y aumentado en ciertos puntos, siempre bajo la asistencia de los Altos Espíritus.
Su obra merecía también la atención de Bezerra de Menezes. Tanto es así que un espírita desconocido, reconociendo la posición ocupada por Bezerra, le consultó como guía segura a fin de orientarse en cuanto a la validez de los escritos de Sayão después de su publicación:
Mi querido Max. - Nuestra incidencia ha encontrado siempre consuelo en vuestra palabra inspirada y respetada por los ortodoxos de la fe; desde entonces, que habéis asumido tal autoridad, vuestra opinión, sin que la embarca vuestra reconocida modestia, es segura orientación para los que entretienen a los Grupos Espíritas; y, en estas circunstancias, resaltaréis que os pedimos un consejo: ¿podemos tomar los libros publicados por el Dr. Sayão como normas a seguir en nuestro Grupo? - Un discípulo.

Sin más demoras, respondía Bezerra:

Es, pues, un libro preciso y sagrado el de Roustaing; pero el autor, no poseyendo, como hombre, la ventaja que hace sobresalir el trabajo de Kardec, de claridad y concisión, lo hace muy poco accesible a las inteligencias de cierto grado hacia abajo.
Sería obra de meritorio valor dar a su exposición de principios relevantes la concisión y la claridad que sobran en el maestro y que le faltan bien sensiblemente.
Fue esta, en el fondo, la obra de Sayán.
En ligeros trazos resumió, sin lesionar, largas exposiciones - y en lenguaje didáctico aclaró y puso al alcance de todas las inteligencias lo que era oscuro en su mayor parte.
El libro de Sayán es un resumen de Roustaing, con las ventajas de Allan Kardec.
Es, por lo tanto, correcto y adelantado, desde el punto de vista doctrinal - y es claro y conciso desde el punto de vista del método. Por otra: contiene las ideas de Roustaing y el método incomparable de Allan Kardec. (SAYÁO, 1983: 36)


Y así, desde el inicio de su obra, cuando abre su presentación de la siguiente manera: "Recibid, mis hermanos, las bendiciones de Jesús, las bendiciones de la Virgen Inmaculada, Nuestra Madre Santísima" (IDEM, 43) su fin, Sayão no cesó un solo instante de hacer referencias tanto al cuerpo fluídico de Jesús en cuanto a la pureza de María:

Era necesario que Jesús se asemejara a los hombres (excepto en pecado), a fin de que su muerte presentase valor idéntico al de nuestra muerte y su justicia equivalía a nuestra justicia. [...] Era el hijo de Dios haciéndose hombre, para que los hombres pudieran convertirse en hijos de Dios. [...] María, Espíritu perfecto, y José, también Espíritu perfecto, pero menos elevado que el de María, ambos purificados, inferiores, por tanto, a Jesús, encarnaron para asistir a éste en su misión. (IDEM, página 62-63)
La concepción, en María, como todo lo demás que a esto se siguió hasta el supuesto nacimiento de nuestro Redentor, todo considerado una la obra milagrosa, por inexplicable mediante los conocimientos de entonces y que inexplicable se conservó hasta el advenimiento de la Tercera Revelación, más no fue que el resultado de una acción magneto-espírita, ejercida con el empleo de fluidos apropiados. (IDEM, página 83)