domingo, 28 de octubre de 2018

Traducción al español por Jaime Baquerizo Sotomayor.

Link original: 




Sábado, 24 de febrero del 2018

Confusión de ideas marca la trayectoria del “espiritismo brasilero”





"Que importa la coherencia, si todo es Amor!”, eso es lo que indica un deslumbrado y embelesado seguidor del "espiritismo brasilero, fascinado (obsesivamente, cabe señalar) por los "médiums espíritas" y seducidos por el aparato mediático de la caridad y de la belleza.

Todo parece lindo, pero es una frivolidad y una aberración muy grande.

El Amor no puede estar al servicio de la incoherencia, de la mistificación, y mucho menos estar por encima de la honestidad y de la ética. El Amor nunca puede ser usado para justificar mensajes falsamente mediúmnicos, y combinados con un mensaje subliminal eclesiástico conservador o con cualquier otra irregularidad.

El "espiritismo brasilero - cuyas comillas lo distinguen del Espiritismo original de Allan Kardec, casi nunca por no decir jamás, es debidamente practicado en el Brasil, y el cual es reducido con el único propósito de la adulación barata de los perturbadores – el cual se ha desarrollado a expensas de mucha tergiversación disimulada y de cantidades de fraudes.

Lo que vemos es que el "espiritismo brasileño” refleja múltiples pretensiones, siendo la religión la que más proyecta esa deshonestidad y esa ambición humana. Es un sub-Catolicismo sin los ritos aparentes de la suntuosidad y la indumentaria extravagante de los clérigos y sacerdotes. Pero su contenido está cargado de un subliminal mensaje medieval, apenas "negociado" con las prácticas y procedimientos traídos o incorporadas por sectas herejes ligadas a la brujería, hechicería y el ocultismo.

Todo esto contaminó severamente el legado de Allan Kardec en el Brasil. Y no fue por la falta de aviso. Ya sea en la Revista Espírita, o en los varios libros, el Codificador y sus mensajeros espirituales siempre presentaron el mensaje claro sobre las características nocivas que se podían dar, y que, más tarde, se encajaron perfectamente en figuras como Francisco Cândido Xavier y Divaldo Franco, oficialmente asociados atraves de la manipulación y de la mistificación, a la presunta idea del "amor" y de la "caridad".

Textos rebuscados, como el subterfugio del "amor y de la caridad", ideas truncadas, narrativas prolijas o dilatadas, lenguaje fastuoso – rebuscado - ostentoso, conceptos mistificadores, alegaciones o afirmaciones de ideas aparentemente subliminales, todas estas emboscadas siempre fueron alertadas por la literatura espírita original, donde fuesen difundidas aún en siglo XIX, décadas antes del nascimento de Chico Xavier (1910) y de Divaldo Franco (1927).

Infelizmente, la gran manipulación fue dirigida por un fuerte grupo con ideas religiosas, donde ejercieron en Brasil una presión mediática, al cual se involucró a los grandes medios de comunicación, al medio jurídico, a las empresas, la política, los medios religiosos de diversas corrientes, e incluso donde se resolvió articular una parcela de los movimientos sociales, aun en el auge de la dictadura militar, para de ese modo hacer crecer una nueva religión con las características semejantes a la del Catolicismo, el cual contaba con un ropaje de "ecumenismo desvergonzado".

El "espiritismo brasilero”, de esa forma, se convirtió en el "frente amplio" para concurrir con las sectas evangélicas de tipo "neopentecostal", como la Iglesia Universal del Reino de Dios y la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios, con un fuerte apelo mediático.

Viendo la asención de los pastores electrónicos como R. R. Soares y Edir Macedo - este más tarde (Edir Macedo) realizando la hazaña de adquirir por una herencia todo el patrimonio Record - , la Red O Globo vio en el espiritismo una mina de oro, la cual comenzaron a mercadearla y a explotarla para poder obtener excelentes recursos y con el apoyo de la Federación Espirita Brasilera (FEB) y el Concejo Espirita Internacional (CEI)  se pasó a blindar a los "médiums espíritas" como Chico Xavier y similares para transformarlos en "sacerdotes modernos", encubriendo de una manera cínica y descarada los ritos tradicionalmente católicos.

Más allá de eso se, lanzo una fuerte campaña mediática para vender al Espiritismo Religioso, que dejaba mucho réditos con la venta de libros películas, documentales y más, primero en Brasil con la Federación Espirita Brasilera (FEB)  y luego en el mundo con el Concejo Espirita Internacional (CEI) , toda una fortuna de ideas difusas y confusas, para atraer todo tipo de seguidores neófitos y de fácil manipulación y crear en las personas un (wishful thinking) una (ILUSIÓN) - que tiene en la fé y sobre toda ciega su forma religiosa. Se idealizo a los "médiums" y se manipulo al propio "espiritismo" como si fuese posible practicar la Religión y así poder implantar en los neófitos de fé ciega la idea de que era algo "lógico y científico”, y lanzar una neblina en los ojos y mentes de las multitudes que ingresaban al nuevo Espiritismo pero ahora como Religión, y donde se dejaba sin piso esa idea, de que se estaba traicionando las enseñanzas espíritas originales y alegar "fidelidad absoluta" a Kardec.

De repente, todo se convirtió en una suciedad. Donde el supuesto profetismo de Chico Xavier que casi siempre provocan el desentendimientos entre los seguidores del "médium". Ideas que no tienen, ni pie ni cabeza que se venden, aquí y allá, como una "lógica y buen sentido". Psicografias FALSAS se multiplicaban, alimentadas por la "lectura fría" y por las fuentes bibliográficas y periodísticas que solo ven en esto un rédito económico y muy grande. Mucho sensacionalismo religioso. Verdaderas orgías da fé en reuniones "mediúmnicas". Manifestaciones de un sentimiento sarcástico en los mensajes "espíritas" en general...

Todo se convirtió en un vale-todo religioso, de la peor especie y calaña. El "espiritismo brasilero” se volvió un desastre. "Médiums" que aparecen usando nombres de muertos de moda y saliendo impunes con eso. Eventualmente hasta extranjeros eran usados para poder construir la idea de "elegir al Brasil como la Pátria mayor del futuro de la Tierra".

Recientemente, un oportunista llamado Adriano Correia Lima, que divulga "psicografias" en el reducto de las MENTIRAS NUEVAS que son las redes sociales, utilizo hasta Hannah Arendt para esa patriotada - que hace referencia a la "Pátria del Evangelho" soñada por Chico Xavier - y, de la misma forma, divulgo a un Erich Fromm y un Alfred Schutz que "escriben" como se fuesen los clones del youtuber Whindersson Nunes.

Todo se convirtió en una permisividad, dentro de un aparato en que la "caridad" se tendrá como "asistencia social" pero no pasa del mero y ridículo Asistencialismo como en los cuadros "filantrópicos" del programa Caldeirão do Huck, cuyo presentador, Luciano Huck, es adorado por los "espíritas" y el mismo es un fiel admirador de Chico Xavier. Diferente de la Asistencia Social, el Asistencialismo no "cura" la pobreza y trae resultados despreciables de la caridad, considerada paliativa, sirviendo más para la propaganda personal del "benefactor".

La "caridad" era usada como escudo para la tergiversación y la desnaturalización de los "médiums". Falacias de pura arrogancia y de notable hipocresía religiosa como "usted hablando mal de la desnaturalización de los médiums, pero ellos hacen caridad (sic), y usted, hace alguna clase de caridad?", son dichas, hasta con cierta agresividad, garantizando o asegurando de esa manera de que los distorsionadores del Espiritismo hagan lo que se les dé la gana, con la excusa de porque "hacen caridad".

Sólo que, de acuerdo con la lógica y el sentido común, más funesto es el que actúa así. Más funesto es quien usa la caridad para camuflar y blindar prácticas deshonestas. En la política, existe un crimen electoral que se refiere a la práctica electorera de donaciones de alimentos y bienes, buscando dar mayor ventaja en los votos del "benefactor" del momento.

Ni siquiera la caridad debe servir de pretexto para proteger a los distorsionadores del Espiritismo. Hasta porque esa caridad nunca ha traído grandes resultados. Si hubiera sido así, Brasil ya habría alcanzado, hace mucho y mucho tiempo, patrones muy elevados de desarrollo humano. Lamentablemente, lo que ocurrió es lo contrario, con el país en plena crisis. Y se adora y aprecia demasiado a los "médiums espíritas", que reciben hasta atención más que merecida y son supervalorizados hasta el límite.
Por la confusión doctrinaria, por las contradicciones, por la disimulación, por la deshonestidad de posiciones y prácticas, por el eclesiastismo practicado hasta los que dicen abominar la vaticanización, el "espiritismo brasileño” atrae energías tan maléficas desde las áreas donde se sitúan las "casas espíritas" son donde más se intensifican acciones criminales de las más diversas, y en muchos casos se convierten en lugares muy peligrosos, que antes de que esas instituciones se instalen allí.

La cosa es tan grave, que muchas personas contraen desgracias cuando pasan a apreciar el "espiritismo a la moda brasileña”, que se convierten en víctimas de asaltos, de tragedias, de ataques de cyberbullying, de asedio de personas traicioneras y de perdida de objetos importantes etc. La deshonestidades doctrinaria transforma o "espiritismo brasilero” en un sombrío señuelo vibratorio, y esta constatación está lejos de ser una invención de supuestos calumniadores o envidiosos.

Al final, la simple posición del "espiritismo brasileño” es practicar un eclesiastismo roustanguista que se niega a asumir y abre una enorme puerta para espíritus livianos, juguetones e incluso traicioneros, que acaban tomando las riendas de lo que es conocido como "espiritismo" en Brasil. Juntando esto a conceptos moralistas ultraconservadores y la apreciación de teorías medievales como la Teología del Sufrimiento (defendida abiertamente por Chico Xavier), eso empeora aún más las cosas.

Hoy el "espiritismo" brasileño vive su más aguda crisis y, recientemente, hay la repercusión chocante del propio Divaldo Franco, considerado "el más importante espírita vivo" por los adeptos de la Perturbación, que dio opiniones bastante reaccionarias en un "congreso espírita" de Goiânia, condenando el aborto radicalmente, repudiando la ideología de género, reprobando el marxismo y exaltando al dudoso juez Sérgio Moro.

Sólo eso pone por tierra la supuesta imagen progresista ante la desnaturalización de la iglesia, y donde el Espiritismo la recibía de gracia, prácticamente por el atractivo publicitario de las imágenes de niños pobres. La confusión doctrinaria del "espiritismo brasileño” - que es, extremadamente religioso, aún tuvo la hipocresía de decir "no necesariamente es una religión, sino un movimiento filosófico (?!)" - aún se tuvo el descaro de, incluso ponerse en la línea de los ultraconservadores, para lograr arrancar "la simpatía de las izquierdas”.

Hoy vemos que el "espiritismo brasileño” fue el fenómeno que más lejos fue en la acumulación de disimulaciones, deshonestidad, hipocresías, excusas y todo lo que sea de falseamiento y arribismo humano. En muchos casos, se ha vuelto peor que las sectas "neopentecostales", porque éstas pueden incluso ser radicalmente retrógradas y reaccionarias, pero al menos no practican deshonestidad doctrinal ni disimulan sus valores oscuros.