Traducción al español por Jaime Baquerizo Sotomayor.
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Sábado, 24 de febrero del 2018
Confusión
de ideas marca la trayectoria del “espiritismo
brasilero”
"Que
importa la coherencia, si todo es Amor!”, eso es lo que indica un deslumbrado y embelesado
seguidor del "espiritismo brasilero”, fascinado (obsesivamente, cabe señalar) por los "médiums
espíritas" y seducidos por el aparato mediático de la caridad y de
la belleza.
Todo
parece lindo, pero es una frivolidad y una aberración
muy grande.
El
Amor
no puede estar al servicio de la incoherencia, de la mistificación,
y mucho menos estar por encima de la honestidad y de la ética. El Amor
nunca puede ser usado para justificar mensajes falsamente mediúmnicos, y combinados
con un mensaje subliminal eclesiástico conservador o con cualquier otra irregularidad.
El
"espiritismo brasilero” - cuyas comillas lo distinguen del Espiritismo
original de Allan Kardec, casi
nunca por no decir jamás, es debidamente practicado en el Brasil, y el cual es
reducido con el único propósito de la adulación barata de los perturbadores – el
cual se ha desarrollado a expensas de mucha tergiversación disimulada y de
cantidades de fraudes.
Lo
que vemos es que el "espiritismo brasileño” refleja múltiples pretensiones, siendo
la religión la que más proyecta esa deshonestidad y esa ambición humana. Es un
sub-Catolicismo sin los ritos aparentes de la suntuosidad y la indumentaria
extravagante de los clérigos y sacerdotes. Pero su contenido está cargado de un
subliminal mensaje medieval, apenas "negociado" con las prácticas
y procedimientos traídos o incorporadas por sectas herejes ligadas a la brujería,
hechicería y el ocultismo.
Todo
esto contaminó severamente el legado de Allan Kardec en el Brasil. Y no fue por
la falta de aviso. Ya sea en la Revista Espírita, o en los varios libros, el
Codificador y sus mensajeros espirituales siempre presentaron el mensaje claro
sobre las características nocivas que se podían dar, y que, más tarde, se encajaron
perfectamente en figuras como Francisco Cândido Xavier y Divaldo
Franco, oficialmente asociados atraves de la manipulación y de la
mistificación, a la presunta idea del "amor" y de la "caridad".
Textos
rebuscados, como el subterfugio del "amor y de la caridad", ideas
truncadas, narrativas prolijas o dilatadas, lenguaje fastuoso – rebuscado -
ostentoso, conceptos mistificadores, alegaciones o afirmaciones de ideas
aparentemente subliminales, todas estas emboscadas siempre fueron alertadas por
la literatura espírita original, donde fuesen difundidas aún en siglo XIX,
décadas antes del nascimento de Chico Xavier (1910) y de Divaldo Franco (1927).
Infelizmente, la gran
manipulación fue dirigida por un fuerte grupo con ideas religiosas, donde
ejercieron en Brasil una presión mediática, al cual se involucró a los grandes medios
de comunicación, al medio jurídico, a las empresas, la política, los medios
religiosos de diversas corrientes, e incluso donde se resolvió articular una
parcela de los movimientos sociales, aun en el auge de la dictadura militar,
para de ese modo hacer crecer una nueva religión con las características semejantes
a la del Catolicismo, el cual contaba con un ropaje de "ecumenismo desvergonzado".
El "espiritismo brasilero”,
de esa forma, se convirtió en el "frente amplio" para concurrir
con las sectas evangélicas de tipo "neopentecostal", como la Iglesia
Universal del Reino de Dios y la Iglesia Internacional de la Gracia
de Dios, con un fuerte apelo mediático.
Viendo la asención de los
pastores electrónicos como R. R. Soares y Edir
Macedo - este más tarde (Edir Macedo) realizando la hazaña
de adquirir por una herencia todo el patrimonio Record - , la Red O Globo vio
en el espiritismo una mina de oro, la cual comenzaron a mercadearla y a
explotarla para poder obtener excelentes recursos y con el apoyo de la Federación
Espirita Brasilera (FEB) y el Concejo
Espirita Internacional (CEI) se pasó a blindar a los "médiums
espíritas" como Chico Xavier y similares para
transformarlos en "sacerdotes modernos", encubriendo de una manera
cínica y descarada los ritos tradicionalmente católicos.
Más
allá de eso se, lanzo una fuerte campaña mediática para vender al Espiritismo
Religioso, que dejaba mucho réditos con la venta de libros
películas, documentales y más, primero en Brasil con la Federación
Espirita Brasilera (FEB) y luego en el mundo con el Concejo
Espirita Internacional (CEI) , toda una
fortuna de ideas difusas y confusas, para atraer todo tipo de seguidores
neófitos y de fácil manipulación y crear en las personas un (wishful
thinking) una (ILUSIÓN) - que tiene en la fé y sobre toda ciega su forma
religiosa. Se idealizo a los "médiums" y se manipulo al
propio "espiritismo" como si fuese posible practicar la
Religión y así poder implantar en los neófitos de fé ciega la idea de que era algo
"lógico
y científico”, y lanzar una neblina en los ojos y mentes de las
multitudes que ingresaban al nuevo Espiritismo pero ahora como Religión, y
donde se dejaba sin piso esa idea, de que se estaba traicionando las enseñanzas
espíritas originales y alegar "fidelidad absoluta" a
Kardec.
De
repente, todo se convirtió en una suciedad. Donde el supuesto profetismo de Chico
Xavier que casi siempre provocan el desentendimientos entre los
seguidores del "médium". Ideas que no tienen, ni pie ni cabeza que se
venden, aquí y allá, como una "lógica y buen sentido".
Psicografias FALSAS se multiplicaban, alimentadas por la "lectura
fría" y por las fuentes bibliográficas y periodísticas que solo
ven en esto un rédito económico y muy grande. Mucho sensacionalismo religioso. Verdaderas orgías da fé en reuniones "mediúmnicas". Manifestaciones
de un sentimiento sarcástico en los mensajes "espíritas" en
general...
Todo
se convirtió en un vale-todo religioso, de la peor especie y calaña. El "espiritismo
brasilero” se volvió un desastre. "Médiums" que aparecen
usando nombres de muertos de moda y saliendo impunes con eso. Eventualmente hasta
extranjeros eran usados para poder construir la idea de "elegir al Brasil como la
Pátria mayor del futuro de la Tierra".
Recientemente,
un oportunista llamado Adriano Correia Lima, que
divulga "psicografias" en el reducto de las MENTIRAS
NUEVAS que son las redes sociales, utilizo hasta Hannah
Arendt para esa patriotada - que hace referencia a la "Pátria
del Evangelho" soñada por Chico Xavier - y, de la misma forma,
divulgo a un Erich Fromm y un Alfred Schutz que "escriben"
como se fuesen los clones del youtuber Whindersson Nunes.
Todo
se convirtió en una permisividad, dentro de un aparato en que la "caridad"
se tendrá como "asistencia social" pero no pasa del mero y ridículo
Asistencialismo como en los cuadros "filantrópicos" del
programa Caldeirão do Huck, cuyo presentador, Luciano Huck, es adorado por los "espíritas"
y el mismo es un fiel admirador de Chico Xavier. Diferente de la Asistencia
Social, el Asistencialismo no "cura" la pobreza y trae
resultados despreciables de la caridad, considerada paliativa, sirviendo más
para la propaganda personal del "benefactor".
La
"caridad"
era usada como escudo para la tergiversación
y la desnaturalización de los "médiums".
Falacias de pura arrogancia y de notable hipocresía religiosa como "usted hablando mal de la desnaturalización
de los médiums, pero ellos hacen caridad (sic),
y usted, hace alguna clase de caridad?",
son dichas, hasta con cierta agresividad, garantizando o asegurando de esa
manera de que los distorsionadores del Espiritismo hagan lo que se les dé la
gana, con la excusa de porque "hacen caridad".
Sólo
que, de acuerdo con la lógica y el sentido común, más funesto es el que actúa
así. Más funesto es quien usa la caridad para camuflar y blindar prácticas
deshonestas. En la política, existe un crimen electoral que se refiere a la
práctica electorera de donaciones de alimentos y bienes, buscando dar mayor
ventaja en los votos del "benefactor" del momento.
Ni
siquiera la caridad debe servir de pretexto para proteger a los
distorsionadores del Espiritismo. Hasta porque esa caridad nunca ha traído
grandes resultados. Si hubiera sido así, Brasil ya habría alcanzado, hace mucho
y mucho tiempo, patrones muy elevados de desarrollo humano. Lamentablemente, lo
que ocurrió es lo contrario, con el país en plena crisis. Y se adora y aprecia
demasiado a los "médiums espíritas", que reciben hasta atención más
que merecida y son supervalorizados hasta el límite.
Por
la confusión doctrinaria, por las contradicciones, por la disimulación, por la
deshonestidad de posiciones y prácticas, por el eclesiastismo practicado hasta
los que dicen abominar la vaticanización, el "espiritismo brasileño”
atrae energías tan maléficas desde las áreas donde se sitúan las "casas
espíritas" son donde más se intensifican acciones criminales de las más
diversas, y en muchos casos se convierten en lugares muy peligrosos, que antes
de que esas instituciones se instalen allí.
La
cosa es tan grave, que muchas personas contraen desgracias cuando pasan a
apreciar el "espiritismo a la moda brasileña”, que se convierten en
víctimas de asaltos, de tragedias, de ataques de cyberbullying, de asedio
de personas traicioneras y de perdida de objetos importantes etc. La deshonestidades
doctrinaria transforma o "espiritismo brasilero” en un
sombrío señuelo vibratorio, y esta constatación está lejos de ser una invención
de supuestos calumniadores o envidiosos.
Al
final, la simple posición del "espiritismo brasileño” es
practicar un eclesiastismo roustanguista que se niega a asumir y abre una
enorme puerta para espíritus livianos, juguetones e incluso traicioneros, que
acaban tomando las riendas de lo que es conocido como "espiritismo"
en Brasil. Juntando esto a conceptos moralistas ultraconservadores y la
apreciación de teorías medievales como la Teología del Sufrimiento (defendida
abiertamente por Chico Xavier), eso empeora aún más las cosas.
Hoy
el "espiritismo"
brasileño vive su más aguda crisis y, recientemente, hay la repercusión
chocante del propio Divaldo Franco, considerado "el más importante espírita
vivo" por los adeptos de la Perturbación, que dio opiniones
bastante reaccionarias en un "congreso espírita" de
Goiânia, condenando el aborto radicalmente, repudiando la ideología de género,
reprobando el marxismo y exaltando al dudoso juez Sérgio Moro.
Sólo
eso pone por tierra la supuesta imagen progresista ante la desnaturalización de
la iglesia, y donde el Espiritismo la recibía de gracia, prácticamente por el
atractivo publicitario de las imágenes de niños pobres. La confusión
doctrinaria del "espiritismo brasileño” - que es, extremadamente religioso,
aún tuvo la hipocresía de decir "no necesariamente es una religión, sino un movimiento filosófico
(?!)" - aún se tuvo el descaro de, incluso ponerse en la
línea de los ultraconservadores, para lograr arrancar "la simpatía de las
izquierdas”.
Hoy
vemos que el "espiritismo brasileño” fue el fenómeno que más lejos fue
en la acumulación de disimulaciones, deshonestidad, hipocresías, excusas y todo
lo que sea de falseamiento y arribismo humano. En muchos casos, se ha vuelto
peor que las sectas "neopentecostales", porque éstas pueden incluso ser
radicalmente retrógradas y reaccionarias, pero al menos no practican
deshonestidad doctrinal ni disimulan sus valores oscuros.