Allan Kardec decía que los cambios forzosos lo único
que forman son hipócritas.
Sacar esta y otras informaciones a la palestra pública
tocando puntos muy delicados sobre las acusaciones que se hacen a reconocidos espíritus
y médiums considerados Ídolos en Brasil, suele acontecer que a muchas personas les
molesta y hasta les enoja. De antemano pido disculpa por herir susceptibilidades.
No se ha respetado
la Codificación Espirita, esto ya no se trata de seguir un Espiritismo
verdadero como lo presento Allan Kardec en sus libros, ya no interesa más,
porque lo que ha prevalecido aquí es el egoísmo materializado de unos cuantos
espiritualistas disfrazados de "espiritas" que han obedecidos a sus
interese personales viendo a esta Doctrina como un negocio lucrativo atraves de
la impresión de tantos libros que muchas veces lo único que muestran es un
fondo religioso mezclado con mucha fantasía, aquí ha perdido la parte
Doctrinaria por la cercenación de sus obras , que ya no interesan mas, pero si ha ganado
la parte material-monetaria, se ve que los libros de la Codificación solo han
servido para un solo fin, que es el de manipularlos, alterando sus páginas para
favorecer a tal o cual médium o espíritu con un único objetivo el de lucrar.
A esto se refería Chico Xavier en una parte de esta
carta donde el menciona que sus obras están siendo manipuladas por la imprenta
para favorecer a Divaldo.
CHICO DICE;
"Yo también
amo a Allan Kardec y lo admiro por tan inmensa obra sublime, sin embargo, no
por eso, estaría autorizado a tomar esa o aquella página de la Codificación
Espirita, para alterarla y poderla publicar con el nombre de los amigos
desencarnados que me asisten, para usarla con mis hermanos de BUENA FÉ.".
Una frase de Chico que dice mucho en pocas palabras
y que aun, algunos hermanos no quieren admitirlo o no han abierto sus ojos, al
disfraz tan elocuente de la Bondad que quiere aparentar, amparándose en el
Evangelio Según el Espiritismo. Que audacia y que falta de respeto para la obra
de Dios y de los Espíritus de la Codificación transmitida a ALLAN KARDEC.
Traducción
de Jaime Baquerizo
Pueden consultar el artículo original en portugués en esta
dirección
http://obraspsicografadas.org/2010/a-carta-em-que-chico-xavier-acusa-divaldo-pereira-franco-de-plgio-texto-integral/
Obras Psicografadas
Una reliquia histórica!
Finalmente fue revelada la carta en que Chico Xavier acusa a Divaldo Pereira
Franco de plagio. El médium de mineiro incluso llego a decir que Divaldo fue
tomado por espíritus inferiores. Antes de la carta en sí, no obstante, hay una
introducción del escritor y médium Jorge Rizzini (ya fallecido)
en el que proporciona informes sobre los acontecimientos de la época que
culminaron en la carta.
Repercutió hondo en el movimiento espirita
nacional la denuncia hecha el 29 de febrero del 2004 por
la TV-Globo de que Divaldo Pereira Franco plagiara mensajes psicografiados por
Chico Xavier. El reportaje puso ente los ojos del público trechos de una carta de
ocho páginas dactilografiadas y firmadas por Chico Xavier relatando el
lamentable episodio. La carta dirigida al difunto compañero Joaquín Alves con fecha del diez de junio de 1962. Chico Xavier tenía 52
años de edad y era psicógrafo hace más de treinta años. Divaldo Franco, por
otra parte, era relativamente muchacho y gozaba de gran fama de notable orador
que lo es.
Me apresuro añadir que no fue la
carta la causa inicial del escándalo en 1962. Ahora bien, tres años antes, o sea, en 1959.
Divaldo Franco entregó a la Federación Espirita Brasilera los
originales de su primer libro dado como médiumnico. A pesar del prefacio
incentivador firmado por André Luiz, fue la obra rechazada por la FEB por tener
profunda semejanzas con las psicografiadas por Chico Xavier.
En la carta como respuesta a la consulta de
Joaquín Alves afirma “vi todo y
me calle.(…)Desde 1959 estoy aguardando que se
levante uno de los compañeros representantes del movimiento espirita con el fin
de tratar el grave problema. Ninguno apareció,”
La primera denúncia de los mensajes copiados,
incluso, hasta los títulos, por Divaldo Franco – innegable plagio, conforme
afirme en la entrevista que le concedí a la Red Globo de televisión – y que la
publico en abril de 1962 atraves de folletos “Para donde
vamos, espiritas?”, editado por
el Movimiento Universitario Espirita de São Paulo, entonces presidido por Nair Mortensen.
Un mes después, esea, el 31 de mayo de 1962, he aquí
que el Grupo Espírita Emmanuel, de la Ciudad de Garça, en el interior paulista, esparció en el movimiento
espirita nacional Treinta mil ejemplares del folleto titulado “Estudios de
Mensajes Copiados”. El grupo
de Garça
tenía a Emmanuel por patrono espiritual y era presidido por Rolando
Ramaciotti, el cual se hiciera editor de las obras
psicografiadas por Chico Xavier.
El estudio fue hecho por hermanos competentes. En la
introducción se lee que:
“el
estudio aquí apuntado, no cabe cualquier alegación sobre la universalidad de la
enseñanza de los espíritus, memoria inconsciente, aproximación literaria,
coincidencia de instrucción, afinidad temática y tampoco ese o aquel recurso a
la tesis de animismo, porque las copias de ambos mensajes de los que nos
referimos, que se hicieron, sólo podría haber sido
hecho con los originales al frente de los ojos".
El plagio era explícito. El maestro Herculano Pires, en ese entonces, con su profundo
conocimiento doctrinario y literario llegó al público atraves de su columna
espirita en el “Diario de São Paulo” en
defensa de la obra y de la mediumnidad de Chico Xavier. Actuó así porque, de acuerdo con sus propias palabras
en una carta dirigida a Deolindo Amorim,”No soy de los que se cruzan de mano mediante
las mistificaciones y los abusos que se practican en el medio espirita”. Y en otra
carta cuya copia también poseo: “Entiendo que la función del periodista
espirita es de servir lealmente a la Doctrina, incluso disgustándose quien
quiera que sea ni ponerse en una mala situación contra la mayoría.”
Divaldo Pereira Franco, sin embargo, tuvo
defensores, entre ellos Júlio Abreu Filho y
Deolindo
Amorim. Júlio envió cartas a Nair Mortensen, del Grupo de Garça
y a Herculano Pires. Mas el argumento era frágil y el plagio indefendible.
Deolindo Amorim intercambio también correspondencia con Herculano
Pires en su carta del 12 de noviembre de 1962 e hizo el siguiente
comentario comprometedor:
“Son, como he dicho, dos
misioneros. Chico en la producción psicografíca; Divaldo en la palabra hablada,
llevando consuelo y entusiasmo a mucha gente, por ese Brasil entero. Son dos
valores apreciables en el movimiento espirita en campos
diferentes.”
El lector atento observa la expresión “en campos diferentes” expression absolutamente correcta.
Notemos ahora que trece
años después (mes de mayo de
1975) Deolindo Amorim
al comentar en el periódico “Correo Fraterno d la
ABC” el libro “Grilletes Partidos”, de Divaldo Pereira Franco, hizo la siguiente observación:
“El autor, que
recibió la obra del plano espiritual, tiene su estilo personal, su propia
manera de decir y es natural que transmita el mensaje atraves de sus expresiones,
su lenguaje característico. Divaldo se expresa correctamente, como se sabe, pero tiene su carácter intelectual, que lo identifica mucho
cuando habla o escribe”
Al Contrario, por lo tanto, de que Chico Xavier,
cuya diversidad de estilos es impresionante, lo que constituye una prueba
autentica de su mediumnidad.
Quiere decir: los libros atribuidos a los espíritus atraves de Divaldo representan
un solo estilo, el de él. Que el contenido sea de los espíritus, es posible, más en ese caso tenemos que admitir
que los mensajes psicografiados por Chico Xavier fueron copiados y adulterados
por sugerencia de los espíritus juguetones en el momento en que Divaldo se
encontraba descuidado… Que los espíritus de las tinieblas (bajos) estaban
involucrados, no hay como negarlo. Además, es el parecer de Chico Xavier. Leamos este, su
pasaje contenido en la carta:
“…espíritus inferiores
se aprovechan de nuestro querido Divaldo y atacan a nuestro movimiento espirita
por la retaguardia”
Y Chico, desconcertado, se pregunta:
“Porque razón ese
propósito deliberado de destruir con los mensajes de nuestros Benefactores
Espirituales, recibidos por intermedio mío, desfigurándolas, descaracterizándolas,
hiriéndolas, transfigurándolas? No puedo apoyarlo, porque eso acontece hace
mucho tiempo y el dispone de bastante auto-crítica para reconocer que las
entidades que se valen de el para eso ya están entrando en una actitud,
francamente abusiva y de irrespeto al Espiritismo y a la Mediumnidad, hasta el
punto de sacerdotes católicos-romanos ya se
estarán manifestándose por la prensa indagando si soy yo o él es el
mistificador. Yo mismo nada valgo y estoy listo a recibir por bendiciones cualquier
injuria que sean achacadas en mi contra, sin embargo, el asunto, es la Doctrina
Espirita que está siendo desprestigiada y dilapidada”.
Transcribo, además, el siguiente pasaje que revela,
más de una vez, la admiración que Chico Xavier tenia por Divaldo Pereira
Franco. Leámosla:
“Divaldo tiene un largo
futuro al frente. El no precisa absolutamente, de la psicografía para sustentar
la amistad y el cariño de los amigos desencarnados y encarnados. Jesús le
coloco una antorcha de luz en el verbo sagrado que él, nuestro amigo y
compañero tan querido, pueda santificar, cada vez más, haciendo suya su bandera
de servicio a la Humanidad, creciendo siempre como uno de los más altos
paladines de nuestra causa en Brasil y fuera de Brasil.”
Debo poner punto final en esta introducción a la
famosa carta de Chico de Xavier. No antes de, añadir que declare delante de las
cámaras de la Red Globo que era absurdo levantar la cuestión de plagio cuarenta
y dos años después del episodio. Y he añadido que Chico Xavier y Divaldo Franco
solamente se reencontraron en octubre
de 1977, ósea, quince
años después. Y
psicografiaron juntos… Más nada de eso los reporteros de la TV- Globo colocaron
al aire.
Veamos ahora
el texto íntegro de la historia de la carta de Chico Xavier. Aquí esta con
todas las comas y puntos:
Uberaba, 10 de junho de 1962
(CARTA DE JOAQUIM ALVES – EN SÃO
PAULO)
Mi estimado Jô,
Dios nos bendiga e inspire. Tengo varias noticias y
recuerdo para agradecerle a usted, mi querido amigo, - las cartas, las fotos,
las demostraciones de cariño de los compañeros que llegan desde São Paulo y
toda esa gentileza de su constante bondad, - lo que hago al iniciar esta carta,
es pedirle a nuestro Divino Maestro la recompensa y bendiciones, siempre, siempre.
El asunto primordial de esta carta, no obstante,
querido Jô, es la respuesta a su misiva confidencialidad del 1 de este mes que
apenas ha llegado a mis manos en la tarde de anteayer.
Reflexioné mucho antes de escribirle,
respondiéndole. Pedí la inspiración de nuestros Mayores. No era mi intención
tratar este asunto doloroso suscitado por nuestro amigo Divaldo Franco, particularmente
con ustedes, amigos queridos de São Paulo, a los que me ligan lazos muy
elevados de corazón.
Su carta, sin embargo, coloca sus sentimientos
sinceros inmensamente a la demostración y al silencio, de mi parte, en el
asunto directo que usted me ha traído, sería un gran error ignorarlo, mi cariño
para con usted.
Concluyo entonces que debería responder al querido Jô,
abriendo igualmente toda mi alma.
Usted dice en su ternura infinita por mí, y que
reconozco no merecerla, que le encantaría escucharme, como siendo el pastor.
Usted sabe, querido Jô, que no me siento en esa condición. Estoy muy lejos de
las capacidades para dirigir.
En sentido estricto, la cual debería con su corazón
lleno de amor, en este caso, a la posición de alma hermana de su alma,
compañero de jornada y de lucha.
Pero por el amor que nos une en la causa que
defendemos, prefiero (aunque yo no lo merezco) conversar con usted abrazándolo
por mi hijo. Y al abrazarlo a usted, en estas condiciones, quiero que usted
sepa que, en el pensamiento, tengo igualmente a nuestro Divaldo, junto a ti,
como siendo mi hijo también.
Hecho este preámbulo vamos a conversar, los dos, de
alma para alma.
En 1959, confirmando la estimación que tengo por
Divaldo, no me he enfadado al recibir un prefacio para el primer libro
médiumnico, que él se propone lazar, atraves de la FEB. El prefacio ha venido
por parte de nuestro amigo André Luiz estimulando el trabajo, naturalmente. De
mi parte, estuve muy confiado, que ni siquiera llegue a conocer el texto, ese texto
del cual dudaba con todo mi corazón.
Llegando el libro a la FEB, sé que amigos de
nuestra más alta institución espirita del Brasil nos aconsejaron a desistir de
publicar, hasta que la mediumnidad de él pudiera aportar algo, más original, de
acuerdo con la posición de orador espirita de cual el disfruta, con
merecimiento justificado, en nuestro medio. Alegaban nuestros amigos en Rio que
con él mismo, Divaldo, que el libro recibido por él era profundamente semejante
a los libros de André Luiz.
Para mí, esto vale como
una seria advertencia de que él no podía olvidar.
De mi parte, incluso es
la última vez que estuve con él, en una Comunión Espirita Cristiana, en
conversaciones íntimas, le aconsejo a él concentrarse sin ningún pensamiento
preconcebido, sin lecturas previas de algunos libros determinados, sin propósito
de producir mediumnicamente en algún tema predilecto y sin crear cualquier
clima condicionado por él, mentalmente, lo cuál sería
una dificultad para él frente a la manifestación espontánea de amigos
espirituales.
Digo todo esto con
natural gentileza que nos debemos unos a otros, intentando ayudarlo sin
lastimar, atento al esfuerzo que todos le debemos en la difusión de la Doctrina
Espirita.
Entre amigos una
observación amorosa de esta naturaleza es digno de una saludable advertencia.
Así procedí, por notar, que
hace mucho tiempo, diversos mensajes míos (disculpe
usted querido Jô, que este “yo” tan exaltado, más la explicación
mía para usted es personal y debo asumir plena responsabilidad de lo que estoy
diciendo) vendrían
de la imprenta Espirita, desfigurados y, algunas veces, prácticamente copiados,
como que si hubieran sido recibidos por él, algunos incluso que tiene una fecha
anterior aquella en que se hizo, cuando las comparo con las páginas
psicografiadas por mí, es como que si los
trabajos bajo mi responsabilidad viesen la luz antes de los presentados por él.
Vi todo y he permanecido en
silencio.
Hace muchos años nuestro
abnegado Emmanuel me enseño el hábito de no defender nuestra propia causa.
Los mensajes en gran
número, en el sector del trabajo que me fue atribuido están en la imprenta
Espirita y en la distribución de mensajes incoherentes, bastando con que
los espiritas concienzudos se dispongan a estudiarlas.
Los casos son en docenas, hiriendo de
frente la dignidad mediúmnica de la Doctrina que abrazamos, sin que nadie
viniera a defender la Causa en sí.
No me competía a mí
efectuar un trabajo de prevención de esa orden, de una vez por todas que soy un
trabajador que estoy en la punta de las vías, esto es, en la parte más humilde
de la línea del progreso, con las manos en el cuidado de mis deberes de dia a
dia, ante el pueblo necesitado, debiendo confiar en los ingenieros que dirigen
el cambio.
Desde 1959, aguardo que se levante uno de los compañeros
representativos del movimiento espirita al fin de tratar este grave problema.
Ninguno apareció.
Continúe viendo las
páginas a las que me refiero en todos los sectores, y en casi todos los
sectores, más si me pronunciara abiertamente, semejante providencia partida
inicialmente por mí vendría a situarme en un caso de defensa personal, lo que
siempre he combatido, comprendo
que soy una persona insignificante, en este caso particular, como en cualquier
otro caso, nada vale. No digo esto por humildad que no la tengo, mas
simplemente por sentirme así mismo, sin cualquier merecimiento.
Apareció en abril de este año un
folleto “Para donde vamos Espiritas?”
El asunto de los
mensajes copiados surgió con enorme efervescencia y usted me da noticias de
nuestros Divaldo, abatido y comprensiblemente afectado en São Paulo
Claro que si entiendo mi
querido Jô, las lágrimas de nuestro querido amigo y también
me conmovieron, orando a Jesús por todos nosotros, a fin de que, cada uno de
nosotros se compenetre de sus propias responsabilidades.
Sin embargo, para responder a su afectuosa
consulta, solicito a usted permiso para tratar el asunto con la gravedad de
nuestro compromiso sobre el impulso de nuestros sentimientos.
Comencé el trabajo médiumnico en 1927,
cuando nuestro Divaldo probablemente debería estar en la cuna.
Estoy retirándome del tercer empleo que he tenido
en esta vida, en la cual trabaje por 30 años sucesivos sin licencia, y sin
feriados, a pesar de la enfermedad de mis ojos, hace más de veinte años, he
conferido por ley el alejamiento del servicio regular.
No digo esto como el que presenta logros, más para
recordar que estoy en mi rincón, atendiendo a mis oscuras obligaciones.
Siempre respete a nuestro querido amigo Divaldo en
su tarea brillante, como siempre respete a todos los compañeros del
Espiritismo, en la posición en las que el Señor los coloco para servir.
Nunca fui a una ciudad
de las innumerables donde nuestro querido amigo Divaldo es festejado y querido,
con méritos justos en la palabra doctrinaria, a fin de sustraer el respeto
debido a él, bajo el pretexto de ser mi insignificante médium psicógrafo. Ni
por eso, no obstante, al tiempo que reconoce mi total desvalia, debo olvidar
que traigo sobre los hombros el peso de una responsabilidad mediúmnica, y
espirita a la cual, desde 1927, me
he rendido.
Sera posible que mis hermanos de Doctrina Espirita puedan juzgar que
estoy recibiendo los libros de nuestros Benefactores Espiritas sin ninguna
noción de compromiso moral y de amor por la Causa?
Sera creíble que supongan que estoy haciendo de la
mediumnidad un deporte de quien más nada tiene que hacer?
Estaré recibiendo las páginas de Emmanuel,
hace más de 30 años para jugar?
Andaré
desde los 17 años de edad a los 52 de ahora, en la tarea mediúmnica, como que
si yo fuera un niño en el parque de diversiones?
En 1958, como es de conocimiento público, mi
pobre sobrino Amaury Pena, tal vez
deslumbrado por la idea de lucros financieros con libros mediúmnicos, se sintió
asediado por entidades infelices y adversarias del movimiento
espirita-cristiano, y no dudo, cuando contrariado en sus designios me cubrió el
rostro con el fango del profundo sarcasmo. Durante casi un mes, los diarios del
País me señalaron en la categoría de mistificador y criminal. Mientras tanto,
los espíritus perturbadores, como en el caso de mi sobrino venían de frente, lo
que me permitió responderles con la única manera digna que vi delante de mis
ojos. Para no dejar en mi hoja de vida mediúmnica y espirita la noticia
inverídica que entraran, un dia, en pelea con los seres amados de mi familia,
toda ella constituida de almas afectuosas y buenas, decidí mudarme para Uberaba, a centena de kilómetros de la casa que
Dios me concediera para cultivar el jardín de amor familiar y en donde yo
dejaba convivencias y hábitos regulares de casi cincuenta años.
No tome semejante
actitud como quien trae una piedra dentro de una pelea. El amor y el respeto a
la Causa Mediúmnica y a la Causa Espirita exigían de mí un pronunciamiento
dirigido al futuro. Preferí salir, a la manera de un ingrato a aquellos que más
amor me dieron en la presente reencarnación, y a la manera de un desterrado del
propio hogar, en el concepto de aquellos que podían entender, de pronto, mi
gesto de repulsión a la falta de respeto levantada por los espíritus
inferiores, utilizando a un pobre rapaz renacido en la familia que el Señor me
diera, falta de respeto de ese audaz lanzamiento a nuestras filas y a nuestros
trabajos.
El caso, de ahora, es
diferente. Esos mismos espíritus inferiores se
utilizan de nuestro querido Divaldo y atacan a nuestro movimiento espirita por
la retaguardia. Que en el caso de mi sobrino, esas mismas
entidades lo llevaron a la desencarnación prematura induciéndolo a
alcoholizarse hasta la desencarnación en 1961, el problema era claro. Hoy, tenemos un laberinto porque los golpes llegan por detrás.
El asunto es sutil. Todo
parece tan leve, tan superficial. Mas si los espiritas permiten que
entidades menos dignas se aprovechen de un compañero respetable para adaptar, copiar, desfigurar e injertar las
páginas de nuestros Instructores Espirituales acumuladas en un esfuerzo
paciente y también respetable de más de treinta años de servicio, de aquí a
otros treinta años nuestros nietos y continuadores abrazaran problemas y perplejidades
encaminadas a la desacreditación de la mediumnidad, dado que, con el tiempo,
nadie más sabrá quién copio y mistifico, en el asunto, si Chico Xavier o
Divaldo Franco.
Sé que la obra es de
Cristo y que en Él debemos todos esperar.
No ignoramos también que
en la obra de Cristo cada uno de nosotros tenemos responsabilidades esenciales.
Pregunto entonces a usted, mi
hijo:
Puedo
estar de acuerdo con lo que está sucediendo, si está en juego la Doctrina
Espírita y la Mediumnidad y no mi nombre?
Debo aplaudir una perturbación que amenaza el
servicio de mi existencia entera?
Debo
tratar a nuestro Divaldo, como si fuese un niño irresponsable, cuando tributo a
él un respetuoso aprecio y un gran afecto, hace más de diez años, viéndolo
viajar en la condición de un predicador consciente de las verdades espiritas,
del Amazonas de Rio Grande del Sur, asumiendo, por eso, indiscutibles responsabilidades
para con millares de personas tal vez millones?
Debo
tratarlo con la apariencia de un compañero que necesita asistencia, cuando el
problema de intereses es de una Causa entera, creado ligeramente por él, y en
el cual comparezco a manera de un reo en juzgamiento público, sin haber salido
de mi casa y sin haber abandonado mis deberes, con la consciencia tranquila?
No será más justo y recomendable
entregarlo a la asistencia de que se encuentra realmente necesitado, invocando
el amparo de los Mensajeros de Jesús que suplico para mí, y esperando
tranquilamente el juicio sereno de los espíritus responsables por la orientación
de nuestro movimiento, a fin de que él sea aconsejado y dirigido, como debo, de
mi parte, estar igualmente, preparado para recibir los avisos e instrucciones
de los compañeros de buena fé en el trabajo
a fin de que no me transforme en un instrumento de perturbación para
nuestros servicios?
Dice
nuestro querido Divaldo que me ama, y le he estado dando pruebas del inmenso
aprecio que ciento por él, porque motivo no me respeta nuestro amigo en lo que
corresponde a él?
Porque ese
propósito deliberado de arrasar con los mensajes de nuestros Benefactores
Espirituales, recibidos por intermedio mío, desfigurándolo,
descaracterizándolos, hiriéndolos y transfigurándolos?
No puedo absolverlo,
porque eso acontece hace mucho tiempo y el posee suficiente autocritica para
reconocer que las entidades que se valen de él, están entrando en una actitud,
francamente abusiva con un irrespeto total al Espiritismo y a la Mediumnidad, al punto de sacerdotes católicos-romanos ya se estarán
manifestándose por la prensa indagando si soy yo o él, el mistificador. Yo
mismo nada valgo y estoy listo a recibir por bendiciones cualquier injuria que
sean achacadas en mi contra, sin embargo, el asunto, es la Doctrina Espirita
que está siendo desprestigiada y dilapidada”.
Escuche que nuestro
Divaldo ha dicho, que donde va, está sufriendo en demasía, sintiéndose a veces
ansioso de renunciar a la tarea, y que sería lamentable por encontrar en él un
orador digno y un precursor decente de nuestro movimiento espirita, lo que
realmente me conmueve y me angustia, mas debo tratar solo con mis emociones un
problema en que millones de personas procuraran buscar la verdad en el mañana?
No debo dejar que mis
emociones embarguen mi raciocinio, no puedo dejar que a la mediumnidad la
deshonren y le falte el respeto, con evidente menosprecio para los compañeros
que vendrán después de nosotros?
Después del documento “Para donde vamos, espiritas?”, surgen
de aquí y de haya algunos pocos amigos decididos e interesados en estudiar la
realidad de los hechos para presentar, al público, el resultado de sus
observaciones, lo que no podría impedir de mi parte.
Y no me
correspondería desalentarlos, encubriendo las intromisiones graduales de los
espíritus bajos, en nuestras filas, a título de caridad, que más que cariño es
también el aprendizaje, si hasta ahora ningún compañero responsable de las
instituciones espiritas se recuerda que la obra de Emmanuel debe ser digna de
respeto?
Afirma nuestro Divaldo, reiteradamente,
que ama y me desea todo bien, más porque actúa así, permitiendo que entidades
irresponsables lo manejen de esa forma?
Yo también amo a Allan Kardec y lo admiro por
tan inmensa obra sublime, sin embargo, no por eso, estaría autorizado a tomar
esa o aquella página de la
Codificación Espirita, para alterarla y poderla publicar con el nombre de los
amigos desencarnados que me asisten, para usarla con mis hermanos en la FÉ.
Aparecen los
compañeros que afirman será el movimiento espirita dividido con semejante
cuestión, con todo, querido Jô, mi consciencia está tranquila. No desencadene
el problema. Sigo donde todos ustedes me conocieron. Como médium de nuestros
Amigos Espirituales, lo que juzgo tan natural como si la mediumnidad
psicografíca fuese otro campo cualquiera de la actividad espirita, nunca espere
ninguna consideración.
Hace más de treinta años, entrego a los compañeros
del Espiritismo las páginas de nuestros Amigos Espirituales, con la profunda
veneración de quien no desea profanarlas con las propias deficiencias e
imperfecciones que uno trae, sin conservar jamás la idea de remuneración de tal
o cual naturaleza. Siempre recibí las demostraciones de amigos queridos, como
ustedes, los afectos dulces de São Paulo como
quien recoge tesoros que no merece y rogando siempre a Dios que pueda ser digno
de confianza y de ternura para con ustedes por la forma de cómo me tratan.
Sin embargo,
desde lo más profundo de mi corazón, he pedido al Señor que me ayude a vivir
conforme la sencillez a la que me siento conectado por imposiciones naturales
de mi pequeña condición, es así, mi querido Jô, que debo desencarnar
coherente a lo que he estado autorizado, sin dejar para mi otra cosa que no sea
la Bondad del Señor y el deber bien cumplido.
Entiendo que nuestro Divaldo dispone de legiones y
legiones de amigos, muchos de ellos influyentes y poderosos en el campo
económico y social, por merecimiento natural de él, obrero brillante de la
palabra espirita y, sin duda, raro misionero de asistencia a la infancia
desvalida en el Salvador, mas eso no puede inferir con mi obligación de ser
fiel con migo mismo, en las responsabilidad que abrace con la Doctrina Espirita
y con la Mediumnidad, en la presente reencarnación. No puedo engañarme. Todos
estamos en caminando para la Espiritualidad y si yo puedo engañar a mis
hermanos de un ideal, abusando de esa o de aquella cualidad que el Señor me la
ha prestado, mañana no podré engañar a los que nos siguen de una Vida Mayor, y
cuya existencia desde ahora me siento conectado. Es preferible que sea yo
mismo, mas con la tranquilidad de quien cumple su propio deber mediante de
aquellos que me pusieron ese mismo deber en mis manos a título de la confianza,
de la cual no podre abusar sin tener graves consecuencias.
Por todo lo que he expuesto a usted, querido amigo,
ha sido con sinceridad y cariño, porque no es sin cariño y sin ninguna
sinceridad que escribo esta carta, no deseo recibir la visita personal de
nuestro Divaldo en la actualidad, por cuanto, no tengo de mi parte pena y está
en juego mi felicidad y mi salud, y el fortalecimiento y la tranquilidad de él.
Acontece que si nos encontramos ahora, estaría en una posición extraña de quien
nada puede decir. Si viene lo censuraría y sería una crueldad de mi parte,
porque debo acreditar que él está siendo utilizado como instrumento de
perturbación sin percibirlo. Y, por otro lado si vengo a tratarlo con ternura,
daría la impresión errónea de que estoy aprobando la frivolidad en progreso.
Como ve mi querido Jô, hay momentos, en donde nuestro testimonio es doloroso, una vez que no
podemos traicionarnos a nosotros mismos.
Sin embargo, si él, recurre a usted para saber lo
que pienso de los hechos en curso, autorizo su afecto para mostrarle esta
carta, en la cual en la cual expongo todos mis sentimientos y pensamientos, en
el asunto, después de haber rogado la asistencia de nuestros Instructores
Espirituales a fin de escribir a usted con serenidad entre el corazón y el
cerebro, coherente con la Doctrina Espirita y con migo mismo. Divaldo tiene
largo futuro al frente. El no precisa absolutamente de la psicografía para
sustentar la amistad y el cariño de los amigos descarnados y encarnados. Jesús
le coloco un faro de luz en la palabra sagrada que él, nuestro amigo y
compañero tan querido, puede santificar, cada vez más, de él haciendo su
bandera de servicio a la Humanidad, creciendo siempre como uno de los más altos
paladines de nuestra causa en Brasil y fuera de Brasil.
Muestre esta carta a los amigos que me comparten su
convivencia y siendo su deseo puede mostrarla a nuestros queridos compañeros de
allí. Pocas veces tendré oportunidad de detenerme en un caso con tanta
claridad, una vez que el asunto es agresiva, doloroso y realmente solo lo
escribiría y que escribí en esta carta en mi comunicado con aquellos que más
amo.
Que Dios nos Bendiga, querido Jô, y perdone la
franqueza cariñosa de quien igualmente lo ama por bendecido hijo espiritual.
CHICO.
TERMINANDO LA CARTA DACTILOGRAFIADA CHICO XAVIER,
HACIENDO USO DE LA PLUMA FUENTE AGREGO LA SIGUIENTE OBSERVACION:
“Pido reserva sobre la carta que debe ser leída solamente para los que
puedan comprenderla con el Espíritu de la compresión Fraternal”
Firma: “CHICO”
FIN
Este hecho es muy perjudicial para la Doctrina Espírita. Es muy importante, confrontar los conceotos. El deber ser, es que se elabore una investigación, para dar crédito a quién en primer lugar, transmitió el conocimiento recibido del mundo espiritual superior. Esta investigación requiere de mucho tiempo, compromiso, ética, responsabilidad y rigor doctrinario, para no caer en el fanatismo, la idolatría y la fe ciega. Razones contrarias a los fundamentos básicos definidos por Allan Kardec, y sustentados en la codificación o pentateuco doctrinario. De lo contrario, caemos en subjetividades, frivolidades e irresponsabilidad.
ResponderEliminarLas investigaciones deben ser profundas, precisas y consisas. Léase el Prefacio del Evangelio según el Espiritismo para que comprendan el verdadero carácter del Espiritismo. (El Espíritu de la Verdad)
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