REVUE SPIRITE
JOURNAL
D'ÉTUDES PSYCHOLOGIQUES
Traducción al Español
del Original Francés
Pág. 348 – 352
Traducción de
Jaime Baquerizo
Revista Espírita. Nov/1861.
Primera
Epístola a los Espiritistas de Burdeos, por Erasto, humilde siervo de Dios.
Que la paz del Señor sea con vosotros, mis buenos
amigos, a fin de que nada venga jamás a
perturbar la buena armonía, que debe reinar en un centro de espiritas sinceros!
Yo sé que vuestra fe en Dios es inquebrantable, y qué ustedes son fervientes
adeptos de la nueva revelación; es por eso qué yo les digo a ustedes, en toda
la efusión de mi cariño por ustedes, yo estaría triste, nosotros estaríamos todos tristes, nosotros quienes
estamos, bajo la dirección de 1 el ”Espíritu de Verdad”, los iniciadores del espiritismo
en Francia, la armonía de la que ustedes han dado hasta este dia, evidencia de
las pruebas gloriosas, y que vienen a desaparecer del entorno vuestro. Si
ustedes no hubieran dado el ejemplo de una fraternidad sólida. Si en fin ustedes no hubieran dado paso a un
centro serio e importante de la gran comunión Espirita Francesa, habría dejado
esta cuestión a la sombra. Pero si lo he planteado, es que yo tengo probables
razones para pedirles a ustedes a mantener entre sus diversos grupos la unión,
la paz y la unidad de la doctrina. Sí, mis queridos discípulos, aprovecho con
entusiasmo esta oportunidad, que la hemos preparado nosotros mismos, para demostrarles
a ustedes cuanto seria de funesta para el desarrollo del Espiritismo, y el
escándalo que causaría entre los hermanos de los otros Países, la noticia de
una división dentro del centro que nosotros nos hemos quedado encantados, hasta
ahora, de citar, por su Espíritu de fraternidad, a todos los demás grupos formados
o en vías de formación. Soy consciente, y
ustedes ya no deben ignorar, que se hará todo el esfuerzo por sembrar la
división entre vosotros; que buscaran a
ustedes tenderles una trampa; creo que va a ser una ruta de obstáculos de todo
tipo; que ustedes se enfrentaran los unos a los otros, a fin de fomentar una
división y lograr una ruptura en todos los aspectos lamentables; mas ustedes
sabrán evitar esto, practicando primero cara a cara entre ustedes mismos, y
luego cara a cara todos, los sublimes preceptos de la ley del amor y de
caridad. No, yo estoy convencido, de que ustedes ya no darán pasó a los
enemigos de nuestra sagrada causa, la satisfacción de decir: Mira estos
espiritistas de Burdeos, que no mostraron como caminar a la vanguardia de los nuevos
creyentes; ellos no saben ni siquiera estar de acuerdo, entre sí! Es ahí, mis
queridos amigos, donde uno de ustedes están esperando, donde uno de nosotros espera
a todos. Sus excelentes guías ya lo han dicho: ustedes tendrán que luchar no solamente con
los orgullosos, los egoístas, los materialistas y todos aquellos desafortunados
que están imbuidos del espíritu del siglo; si no que también principalmente
contra la turba de espíritus equivocados lo mismos que, encontrando en ustedes
una extraña sesión de médiums, por estar mejor dotados en este sentido, vendrán muy
pronto a acosarlos: los unos, con medios de disertaciones ingeniosamente
combinados donde, a través de algunos piadosos discursos, ellos insinuaran
herejías o algún concepto disolvente; los otros con la comunicaciones
abiertamente hostiles en las enseñanzas dadas por los verdaderos misioneros del
Espíritu de Verdad. Ah! Creedme, no temáis nunca a pesar de desenmascarar a
los tramposos que como, nuevos Hipócritas, se introducirán entre ustedes bajo la máscara de la religión; sean también sin lastima, implacables, con los lobos
devoradores, los mismo que están ocultos bajo la piel de ovejas. Con la ayuda
de Dios, ustedes no invocaran jamás en vano, y con la asistencia de los buenos
espíritus quienes los protegen, permanecerán inquebrantables en su fe; a los
malos espíritus se los encontraran invulnerables, y cuando se vean sus rasgos
debilitados contra el amor y la caridad que animan vuestros corazones, ellos se
retiraran todos confundidos de una campaña donde habrán cosechado la impotencia
y la vergüenza. El mirar como subversiva toda doctrina contraria a la moral del
Evangelio y en los requisitos generales del Decálogo, que se resume en el
referente de esta ley concisa: Amar a Dios sobre todo y a tu prójimo
como así mismo, ustedes se quedaran siempre unidos. Por lo demás,
en todas las cosas hay que saber someterse a la ley común: y no corresponde a
nadie de ahí evitar, o de querer imponer su opinión y su sentimiento cuando
estos no son nada ni aceptados por los demás miembros de una misma familia
Espirita; y en eso, yo invito a ustedes encarecidamente a usted a dar forma
sobre los usos y los reglamentos de la Sociedad de Estudios Espiritas de Paris,
donde nadie, cuáles sean sus rango, su edad, los servicios prestados o la
autoridad adquirida, no podrán sustituir la iniciativa personal similar de la
Sociedad en la que hace parte y mucho
menos comprometerla en ninguna de las gestiones que aún no se han aprobado. Sin
embargo, es indiscutible que los seguidores de un mismo grupo deberán tener una
justa diferencia para la prudencia y la experiencia adquirida: la experiencia
no es el intercambio ni del más viejo ni del más sabio, más bien es el que se
ha comprometido desde entonces por más
largo tiempo y con el mayor resultado para toda nuestra consoladora filosofia;
en cuanto a la sabiduría, vale a ustedes examinar aquel o aquellos quien entre
ustedes siguen y practican el mejor de los preceptos y las leyes. Sin embargo,
mis amigos, antes de seguir sus propias inspiraciones, ustedes tienen, no se
olviden, sus asesores y sus protectores etéreos a consultar, y estos jamás a ustedes
le faltaran cuando lo solicitaren con fervor y con un fin de interés general.
Por ello, ustedes necesitan de buenos médiums, y estoy viendo aquí muy buenos
medios los cuales ustedes tendrán que elegir. Es cierto, y yo conozco a la
Señora o señorita Cazemajoux y algunas otras que poseen el más alto grado de
cualidades médiumnicas, y en ningún país, os a ustedes repito, no está, sobre
este aspecto, mejor compartido que Burdeos.
Deberían haber prestado oído a una voz tanto más
severa, mis queridos, que el Espíritu de Verdad, nuestro maestro en todo, está
esperando más de ustedes. Recuerden que ustedes hacen parte de la vanguardia
Espirita, y que la vanguardia, como el estado mayor, deben a todos dar ejemplos
de una sumisión absoluta a la disciplina establecida. Ah! Su tarea no es fácil,
puesto que a ustedes les corresponde la labor de llevar, con una mano enérgica,
el hacha dentro de los sombríos bosques del materialismo, y de continuar hasta entrar
en sus últimos puntos fuertes de los intereses materiales formados.
Como nuevos Jasons 1, ustedes
caminan a la conquista del verdadero vellocino de oro, es decir, de estas ideas
nuevas y fecundas la mismas que deberán regenerar el mundo; mas ustedes caminan
dentro de su interés privado, ni si quiera incluso dentro del interés de la
generación actual, pero sobre todo dentro del interés de las generaciones
futuras las cuales ustedes preparan las vías.
1-
) Nota del traductor En la mitología griega Jasons era el líder de los Argonautas.
Después de que su tío Pelias derrocó a su padre como rey de Iolcos, Jasons fue en busca del Vellocino de
oro para recuperar el trono.
Hay en esta obra un sello de abnegación y de grandeza
que golpeara con asombro y admiración los siglos futuros, y de la cual Dios, creedme,
te sabrá tener en cuenta. He debido hablar con ustedes como lo hice, porque
hablo con personas que oyen la razón, a hombres que persiguen seriamente un objetivo
eminentemente útil: el mejoramiento y la emancipación de la raza humana; en
fin, a los Espiritistas que, enseñan y que predican con el ejemplo, que el
mejor medio para hacerlo es en la práctica de las verdaderas virtudes
cristianas. Tenía que haberles hablado a ustedes de este modo, debido que era
necesario prevenirlos contra un peligro ya señalado: era mi obligación; yo
acabo de cumplirlo. También, ahora, yo puedo contemplar sin preocupación el
futuro, porque estoy convencido de que mis palabras beneficiara a todos ellos y
el futuro de cada uno; y que el egoísmo, el amor propio o la vanidad no tendrán
de aquí en adelante ninguna cabida sobre los corazones donde la verdadera
fraternidad reinara sin división.
Como ustedes recordaran, Espiritas de Burdeos, que la
unión entre ustedes es él transporte verdadero hacia la unión y la fraternidad
universal; y, en este sentido, me alegra, y estoy muy feliz, de poder comprobar
claramente que el Espiritismo debió de haber tenido en ustedes incidencia para
dar un paso adelante. Reciban por lo tanto nuestras felicitaciones, porque yo
hablo aquí en nombre de todos los Espíritus que presiden la gran obra de la
regeneración humana. Para tener, por su iniciativa, abierto un nuevo campo de
exploración y una nueva causa de certeza en los estudios de los fenómenos desde
la tumba, por vuestra solicitud de afiliación, tampoco como personas aisladas,
sino como un grupo compacto, a la Sociedad iniciadora de Paris. Yo reconozco,
la importancia de este enfoque, la alta sabiduría de sus guías principales, y
agradezco por eso al tierno Fénelon y sus fieles coadjutores Georges y Mario,
que presiden con él los piadosos trabajos en las sesiones. Yo aprovecho de esta
circunstancia para hacer también una declaración luminosa a los Espíritus Ferdinand
y Félicia, que todos ustedes conocen. Aunque estos dignos colaboradores hayan
hecho el bien solo por el bien, es bueno que ustedes sepan que es a estos
modestos pineros, asistidos por el humilde Marcelin, que nuestra sagrada
doctrina debe de haber prosperado tan pronto en Burdeos y en el suroeste de
Francia.
Si, mis fieles creyentes,
vuestra admirable iniciativa será seguida, lo sé, por todos los grupos
Espiritas seriamente formados. Es pues un paso inmenso hacia adelante. Ustedes
han comprendido, y todos los hermanos comprenderán como ustedes cuales
beneficios, cuales progreso, cual propaganda resultaran de la aprobación de un
programa uniforme para los trabajos y los estudios de la doctrina que nosotros
hemos revelado a ustedes. Queda bien entendido, sin embargo que cada grupo
conservara su originalidad y su iniciativa particular; pero fuera de sus
trabajos particulares, tendrá que ocuparse de diversas cuestiones de interés
general sujetas a su examen por la Sociedad Central, y a solucionar diversas
dificultades de quienes la solución no pudo hasta hoy ser obtenidas de los
espíritus, por las razones que es inútil desarrollar por ustedes aquí mismo.
Creerían ustedes una injuria si yo hacía resaltar a sus ojos las consecuencias
resultantes de trabajos simultáneos; y que por lo tanto deberá atreverse a
negar una verdad, cuando esta verdad será confirmada por unanimidad por la mayoría
de respuestas médiumnicas obtenidas simultáneamente en Lyon, en Burdeos, en
Constantinopla, en Metz, en Bruselas, en Sens, en México, en Carlsruhe, en Marsella, en
Toulouse, en Macon, en Sétif, en Alger, en Oran, en Cracovia, en Moscú, en
Saint-Petersburg, así como Paris?
Yo les he hablado con la dura franqueza del cual sirvo con vuestros
hermanos de Paris. Sin embargo, yo no lo dejare sin declarar mis simpatías
justamente adquiridas a esta familia patriarcal donde los excelentes espíritus
nombrados a su dirección espiritual han comenzado a hacer oír sus elocuentes
palabras; he nombrado a la familia Sabó, que han sabido atravesar con una
constancia y una piedad inalterable las pruebas dolorosas con la cuales Dios a
bien quería afligir, a fin de elevar y hacer de ella apta a su misión actual. Yo
no debo olvidar tampoco el concurso dedicado de todos aquellos que, en sus
esferas respectivas, han contribuido a difundir nuestra consoladora doctrina.
Continuad todos, mis amigos, a caminar firmemente en el camino abierto: ella le
conducirá seguramente hacia las esferas etéreas de la perfecta felicidad, donde
yo y usted tenemos una cita. En nombre del Espíritu de Verdad que te ama, yo os
bendigo, Espiritas de Burdeos.
ERASTO
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