Traducción de Jaime Baquerizo
Consultar articulo original en la lengua portuguesa en esta dirección:
http://umolharespirita1.blogspot.com/2011/10/nosso-lar-e-umbral-uma-realidade-nao.html
Un verdadero best seller de la F.E.B.
para los espiritualistas “espiritas” devotos
Um olhar Espírita
Este
blog tem como objetivo a divulgação da Doutrina Espírita dentro dos preceitos
da Codificação kardeciana.
Domingo, 9 de octubre de 2011
UMBRAL Y
NUESTRO HOGAR – UNA REALIDAD QUE NO EXISTE FRENTE
A LA DOCTRINA DE LOS ESPÍRITUS.
Por Maria das Graças Cabral
Desde la publicación del libro Nuestro Hogar por el espíritu
André Luiz, psicografiado por el médium Chico Xavier, vimos que el infierno
católico se transformó en “umbral”, impulsado por la
imaginación de los “espiritas” que todavía siguen arraigados a la dogmática
católica. Por otro lado, la “ciudad espiritual” denominada
como “Nuestro Hogar”, se convirtió en cielo, cuyo destino es
deseado o anhelado por todos aquellos que sueñan con la felicidad cuando
regresen o retornen al plano espiritual.
Luego al comienzo de la obra en discusión, nos encontramos
con el "umbral", por ser en este el lugar de tormentos que
se encontraba André Luiz en un estado profundo de perturbación.
Enfrente de su relato, se identifica de pronto la
incontestable semejanza con el “infierno” católico, al ser
sobre ese descrito, como una región tenebrosa, con seres diabólicos, y
sufrimientos acerbos (pungente).
El autor espiritual asevera que es informado por Lísias (su
orientador) que la localización del “umbral” empieza en la corteza
terrestre, siendo una zona oscura de cuantos en el
mundo no se decidieron a cruzar las puertas de los deberes sagrados” (…) (Nuestro
Hogar, p, 79).
Establece el compañero de André Luiz, que el Umbral funciona,
como región
destinada al agotamiento de residuos mentales: una especie de zona
purgatorial, donde se queman las prestaciones o
material deteriorado de las ilusiones que la criatura adquirió por mayor,
menospreciando la sublime enseñanza de una existencia terrena”. (…) “En esa
región se concentra, todo lo que no tiene finalidad para la vida superior,
resaltando que la Providencia Divina ha actuado sabiamente, permitiendo que se
crease tal departamento e torno (alrededor) del planeta”. (Subrayado) (Nuestro Hogar, p.
79/81)
Al ser “retirado” del umbral por
Clarencio, después de ocho años de sufrimientos y locura, relata André Luiz
haber sido conducido a una ciudad espiritual, denominada Nuestro Hogar. La
referida ciudad tenía su organización política conducida atraves de un
Gobernador y sus Ministerios.
Reportándose al actual Gobernador de la ciudad, André Luiz es
informado por Lísias, que es el mismo que había conseguido colocar en orden los
disturbios y escisiones (división) que turbaban a la ciudad, en razón de las
cuestiones que envolvían la “distribución de alimentos” entre los Espíritus
moradores de Nuestro Hogar.
Según su narrativa, la ciudad era una belleza impresionante,
con “bastas
avenidas, adornadas de árboles frondosos. Aire puro, atmosfera de profunda
tranquilidad espiritual”. (Nuestro Hogar, p, 58).
El autor espiritual no evita en describir las bellezas de Nuestro
Hogar, desde la arquitectura de sus predios, sus inmensos bosques y jardines
con flores exóticas y fuentes de aguas cristalinas, la belleza de las obras de
arte y la elegancia del mobiliario que guarnecían sus Ministerios y casas,
hasta las melodías sublimes oídas por todos los moradores al final de la tarde,
o cuando eran las reuniones y oraciones.
Ante tal escenario, la referida ciudad se convierte en un
paradigma del cielo para los “espiritas”, puesto que, llegar allí, más allá de
los cuidados administrados en sus excelentes hospitales, posteriormente uno
tiene la posibilidad de morar en la bellas y confortables casas, conjuntamente
con los entes (entidades) queridos, todos debidamente protegidos por las altas
y seguras murallas defensivas de esta maravillosa ciudad, que tiene al
sugestivo nombre de “Nuestro Hogar”.
Entretanto, en la condición de espiritas, somos conocedores de las
necesidades de un estudio constante y sistemático de las Obras Básicas, para que
podamos de forma justa y lucida evaluar las informaciones que nos llegan del
plano espiritual, atraves de los mensajes mediúmnicos, como es el caso de la
obra que estoy comentando.
Para este intento, precisamos evaluar las informaciones recibidas
teniendo como paradigma las Obras
Básicas, puesto que estas, pasaron el Control Universal de las Comunicaciones Espiritas,
como bien nos esclareció Allan
Kardec, el insigne Codificador de la Doctrina de los Espíritus, en la
parte introductoria de El Evangelio Según el
Espiritismo.
Para comenzar, haremos un breve análisis de que nos dicen los Espíritus
Superiores en el Libro de los Espíritus,
cuando en su Capítulo VI, trata de la “Vida Espirita”. Haremos la transposición literal de
algunas preguntas hechas por Kardec a los Espíritus Superiores, con sus
respectivas respuestas, y enseguida tejeremos comentarios y conclusiones
pertinentes al asunto propuesto.
- Comencemos por la
pregunta 224 del Libro de los Espíritus, cuando kardec indaga a los Espíritus
Superiores, lo que es el alma en los intervalos de las encarnaciones. La
respuesta dada es la siguiente: - Espíritu errante, que aspira a un nuevo destino y lo espera.
Por
lo tanto, André Luiz, estaba en la condición de Espíritu errante, aguardando una nueva encarnación
según la respuesta de los Espíritus.
- Enseguida,
veamos la pregunta 227 formulada por el Codificador: - De
qué manera se instruyen a
los Espíritus errantes; pues
ciertamente no lo hacen de la misma manera que nosotros?
Respuesta: Estudian
su pasado y procuran el medio de
elevarse. Ven, observan lo
que pasa en los lugares que recorren; escuchan los discursos de los hombres
esclarecidos y los concejos de
los Espíritus más elevados que ellos, y eso les proporciona ideas que no
poseían. (subraye y coloque con negrito)
Se
observa por lo tanto, que la propuesta para los Espíritus en la erraticidad no
es el trabajo manual de limpiar suelos, limpiar enfermerías, etc., es más de
trabajar su mente y esclarecer su “yo” siempre
objetivando una mejor preparación intelectual y MORAL,
para enfrentar los embates de su próxima encarnación.
- Analicemos ahora lo que propone la pregunta 230 del
Libro de los Espíritus: - El Espíritu progresa en el estado errante?
Respuesta: Puede
mejorarse bastante, siempre de acuerdo con su bondad y su deseo; más en la
existencia corpórea que él pone en práctica a las nuevas ideas adquiridas. (Subrayado)
Mediante
lo expuesto, es un hecho que:
1º) La vida espiritual no es igual a la vida material, puesto que la condición de conciencia y emocional
del individuo es otra, el medio es otro, la realidad es otra, la dimisión
tiempo/espacio es otra, las percepciones y sensaciones son otras.
2º) Las intrusiones de los Espíritus errantes no se hacen de la misma manera que las de los
encarnados;
3º) Los progresos efectivos de los
Espíritus solo se da atraves de las existencias corpóreas, que es
cuando él pone en práctica con las nuevas ideas adquiridas en el Espacio.
No obstante, lo que se desprende de
Nuestro Hogar, es que los Espíritus errantes viven en la espiritualidad de una
vida semejante a la vida de los encarnados puesto que:
A) Los Espíritus moran en casa con
sus familias;
B) Trabajan y son remunerados
(bonos-horas);
C) Tienen relaciones amorosas,
compromisos y hasta casamientos como la iglesia católica;
D) Comen, beben, toman baños y
duermen;
E) Viajan en aerobús, van a fiestas,
cinemas, conciertos y reuniones;
F) Obedecen a un régimen político
sobre las órdenes de un gobernador que administra la ciudad atraves de sus
Ministerios.
O sea, tienen una verdadera vida social, con todas
las implicaciones generadas por las relaciones humanas que envuelven familias, amigos, enemigos,
trabajo y política.
Se pregunta: - Para que reencarnar, si los Espíritus
ya viven todas las posibilidades oriundas de la vida en sociedad, considerada
por Kardec, como la “piedra de toque” para la evolución humana?!
- Más prosigamos en nuestro estudio ahora analizando la cuestión 234
del Libro de los Espíritus, que trata de los Mundos Transitorios, y Kardec hace el siguiente
cuestionamiento a los Espíritus Superiores:
- Existen,
como fue dicho, mundos que sirven de estaciones o de lugares de reposo a los
Espíritus errantes?
Respuesta: - Si, hay mundos particularmente
destinados a los seres errantes, mundos que ellos pueden habitar temporalmente,
especie de campamentos, de lugares en que pueden reposar de erraticidades
muy largas, que son siempre un poco penosas. Son posiciones intermedias
entre los mundos, graduados de acuerdo con la naturaleza de los Espíritus que
puedan alcanzarlos, y que gozan de mayor o menor bienestar. (Subrayado)
- Y
la pregunta 236 – Los mundos transitorios son, por su naturaleza especial,
perpetuamente destinados a los Espíritus errantes?
Respuesta: - No,
su superficie es apenas temporal.
- Oportuno resaltar el desdoblamiento de la pregunta
236-a: - Son ellos al
mismo tiempo habitados por seres corpóreos?
Respuesta: - No, su superficie es estéril. Los
que lo habitan no precisan de nada. (Subraye y coloque con
negrito)
Ante
tanta información importante, se observe que:
1º) Si hay posibilidades de los Espíritus errantes que se
acomodasen en “Mundos Transitorios”
2º) Tales mundos son de superficies estériles, o sea, sin predio, bosques,
fuentes, etc;
3º)
Los Espíritus no precisan de nada de eso en la
erraticidad.
Pasemos
ahora al análisis del ítem III del Libro de los Espíritus, que trata de las
Percepciones, Sensaciones y Sufrimientos de los Espíritus.
- Kardec lanza el siguiente cuestionamiento en la pregunta 253: Los
Espíritus experimentan nuestras necesidades y nuestros sufrimientos físicos?
Respuesta: - Ellos lo conocen porque lo
sufren, pero no lo experimentan como ustedes, porque son Espíritus. (Subrayado).
- Pregunta
254 – Los
Espíritus sienten fatiga y necesidad del reposo?
Respuesta: - No puede sentir la fatiga como la entendéis, y
por lo tanto no necesitan del reposo corporal, pues no poseen órganos en que las fuerzas
tienen que ser restauradas. Mas el Espíritu reposa, en el sentido de no
permanecer en una actividad constante. El no actúa de manera material,
porque su acción es toda intelectual y su reposo es todo moral. Hay
momentos en que su pensamiento disminuye de actividad y no se dirige a un
objetivo determinado; este es un verdadero reposo, mas no se puede compararlo al del
cuerpo. La especie de fatiga que los Espíritus pueden experimentar está en
razón de su inferioridad, pues cuanto más se elevan, de menos reposo necesitan.
(Subrayado)
- Pregunta 255 – Cuando un Espíritu dice que sufre, de
que naturaleza es su sufrimiento?
Respuesta: - Angustias morales, que lo torturan más dolorosamente
que los sufrimientos físicos. (Subrayado)
Mediante lo expuesto contestamos que:
1º) Las necesidades
físicas de que se quejan los Espíritus son apenas “impresiones”
2º) Los Espíritus no precisan de reposo, ni obviamente de alimento,
puesto que no poseen árganos en que las fuerzas tienen que ser
restauradas, ni menos aparato digestivo, sistema circulatorio, nervios o
géneros;
3º) El sufrimiento del
Espíritu es totalmente moral, y no físico.
Para
finalizar el presente estudio en lo que concierne a la vida espiritual, nadie
mejor que Kardec, que con mucha propiedad se expresa así: “Existen, por tanto, dos
mundos: el corporal compuesto
de los espíritus encarnados; y el
espiritual, formado de los espíritus desencarnados. Los seres del mundo
corporal, debido a la misma materialidad de su envoltorio, están ligados a la
Tierra o a cualquier globo; el mundo espiritual se encuentra por todas
partes, alrededor de nosotros como en el espacio, sin algún límite designado.
En razón misma de su naturaleza fluidica de su envoltorio, los seres que lo
componen, en lugar de moverse penosamente sobre el terreno, trasponen las
distancias con la rapidez de su pensamiento. La muerte del cuerpo es la ruptura
de los lazos que lo tenían cautivo”. (Revista
Espírita. Marzo de 1865, p. 99) (subrayado)
En
fin añade el codificador
“La
felicidad está en razón directa del progreso realizado, de suerte que, de
dos Espíritus, el uno puede ser tan feliz en cuanto al otro, únicamente por no
poseer el mismo adelantamiento intelectual y moral, sin que por eso precisen estar,
cada cual, en lugar distinto. Además que juntos, puede uno estar en la
oscuridad, en cuanto para el otro todo se resplandece, tal como un ciego y un
vidente que se dan las manos: este percibe la luz de la cual aquel no recibe la
mínima impresión. Aunque la felicidad de los espíritus es inherentes a sus
cualidades, la que ellos extraen en todas partes en que se encuentran, sea
en la superficie de la Tierra, en medio de los encarnados, sea en el espacio”
”. (Revista Espírita. Marzo de 1865, p. 100) (subrayado)
Delante
de las palabras esclarecedoras de Allan Kardec, podemos aseverar de la
inexistencia de lugares determinados en el plano espiritual, destinados
a depuraciones de penas, como el “umbral”, o lugares semejantes
a las ciudades materiales terrenas, como bellezas naturales y construcciones,
para abrigar Espíritus errantes a los moldes de Nuestro Hogar.
Como muy
bien establece Kardec, el dolor y la felicidad son experimentadas por los Espíritus,
sea en la superficie de la Tierra en medio de los encarnados, sea en el
Espacio. Como también dos Espíritus, uno feliz y el otro infeliz no precisan
estar en regiones diferentes para vivenciar sus realidades espirituales
distintas, pudiendo estar uno al lado del otro.
Vale
resaltar, que el asunto no está agotado en este sencillo enfoque, sino que nos
despierta a revisar ciertos conceptos atraves de un estudio serio y efectivo de
las Obras Básicas, para que nos emancipemos de la ignorancia que nos aflige, y
nos hace esclavos de las informaciones más absurdas, que la tomamos como
verdades por el simple hecho de que vienen del plano espiritual atraves de un
determinado Espíritu, que muchas veces se toman utilizando nombres respetables,
o por la consideración debida al médium a través del cual se produjo la
comunicación.
Sería
interesante delante de las consideraciones propuestas una relectura de la
escala espirita – de la pregunta 100 del Libro de los Espíritus, como
también un estudio más profundo de los procesos de la obsesión, mistificación,
y fascinación, brillantemente tratados por los Espíritus Superiores en el Libro
de los Médiums.
Finalizando,
precisamos inter analizar que en la condición de Espíritus errantes estaremos
trabajando cuestiones intrínsecas a nuestra individualidad, en lo que concierne
o respecta a nuestro intelecto y a nuestra moralidad, puesto que, como nos
dijeron muy significativamente los Espíritus Superiores, que el reposo o
descanso del Espíritu es totalmente mental.
Tenemos
conciencia, que al retorno a la verdadera vida nos llevara a conocer la obra
incalificable de nuestro Creador. Nuestra casa somos nosotros mismos, libres,
viajando por la fuerza del pensamiento atraves de ese inmenso cosmos,
conociendo mundos, asistiendo la formación de galaxias, y admirando la
perfección de esa obra, que ni el mayor de los artistas de la Tierra podrá
reproducir.