miércoles, 22 de noviembre de 2017

¿Al final, el espiritismo es una religión?

La polémica es algo que provoca controversias y despierta pasiones encontradas. El concepto, que tiene su origen en la lengua griega, está vinculado a los ardides que se utilizan para defender u ofender una postura.

La polémica puede ser definida como la práctica de los contendientes que intentan refutar o avalar una determinada posición. Cuando una persona hace un planteo que encuentra una respuesta contraria, se produce la polémica.

 “Las declaraciones del artista sobre la religión generaron una gran polémica” 

 La generación de polémica supone que el discurso o la acción logran despertar una pasión o sentimiento, ya sea favorable o negativo.

Para que exista la polémica, tiene que haber un tema que apasione a la gente y que la lleve a defender una posición.


La religión es una de las esferas habituales de la polémica, ya involucra la ideología de las personas y las decisiones que se toman en su nombre afectan a pueblos enteros y, en muchos casos, a todo el mundo, también suele ser un campo fértil de polémicas por tocar fibras sensibles de la gente. Aquellas acciones o manifestaciones que resultan contrarias a una creencia religiosa despiertan el enojo y la indignación de los fieles, y esto desata un enfrentamiento que ha atravesado muchas generaciones.

Traducción al Español por Jaime Baquerizo





UNIVERSIDAD DE SÃO PAULO FACULTAD DE  FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS - DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA PROGRAMA DE POSTGRADO EN SOCIOLOGÍA.

Al final, el espiritismo es una religión?
La doctrina espírita en formación de la diversidad religiosa brasileira

CÉLIA DA GRAÇA ARRIBAS
Disertación presentada en el Programa de Postgrado del Departamento de Sociología de la Facultad de Filosofia, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de São Paulo, para la obtención del título de Maestra en Sociología. Orientador:

Bezerra vino a traer la paz y no la espada (Pág. 129 a 136)

Al entrar a la presidencia de la FEB, en 1888, Bezerra de Menezes buscó hacer un trabajo de conciliación entre las diversas vertientes internas al espiritismo, al mismo tiempo que reforzaba su aspecto religioso. Realizando entonces una reformulación de las ideas espíritas, pasó a contribuir también con artículos en la revista Reformador, cuyos llamamientos a la unión ya la paz fueron inagotables.

[...] Viene: 'cada cual haciendo doctrina a su modo', sin orden, sin disciplina, sin unión, produciendo sin provecho, esterilizando la mejor voluntad.

Ven, por lo tanto, en vez de un trabajo uniforme, sujeto a reglas invariables, teniendo el mismo fin: y el alto fin puesto por la doctrina, es un trabajo disforme, disparatado, sin nexo [...].

[...] La unión hace la fuerza, precisamente porque nace de ella el empleo de los esfuerzos de cada uno. ¿Con cuánto más razón, pues, deben los espíritas unirse, cuando necesitan fuerzas para resistir a los enemigos de la Tierra y a los enemigos del espacio?

[...] En las Obras Póstumas de Allan Kardec viene explicada esta importante cuestión [...]. Los espíritas brasileños tienen una misión, dijo el Maestro, y para desempeñarla es esencial que empecemos por organizarnos, organización basada en la unión, unión en la esencia y en la forma. 78

78) Publicado originalmente en el Reformador de 1890; reproducido en Reformador, el 1 de agosto de 1920 (grifos del autor), bajo el título "Pobres, porque desunidos".

Cabía a Bezerra de Menezes la traducción, en 1890, del libro Obras Póstumas al portugués, escritos íntimos de Kardec. En ese mismo año, ahora alejado de la presidencia de la FEB, pero actuando en el centro del Grupo Ismael, realizaba semanalmente el estudio de dos obras

El Libro de los Espíritus.

Y

Espiritismo cristiano o la Revelación de la Revelación. Los Cuatro Evangelios (1866) de Jean Baptiste Roustaing.

Estudos que serían introducidos por Bezerra en la FEB posteriormente.

Por otra parte, no había solamente la desunión entre científicos y religiosos: entre los propios religiosos había los Kardecistas (que daban prominencia al Evangelio según el espiritismo) y los roustainguistas (que adopta las tesis de Roustaing). Bezerra intentaba entonces a toda costa unir a todos, aunque no siempre con igual éxito.

En 1894, con la situación política brasileña un poco más ralentizada, Augusto Elias da Silva dueño del REFORMADOR y otro religioso, empezó a emplear esfuerzos contra el marasmo que dominó el movimiento espírita, marasmo que se inició después de las investidas contra el espiritismo por parte del Estado brasileño luego de la creación del Código Penal. Junto con Fernandes Figueira y Alfredo Pereira, Augusto Elias inició una campaña financiera para sostener y ampliar los proyectos de la FEB. El Reformador volvió a circular (después de tres meses parado) y la dirección retomó también su programa de neutralidad entre los grupos divergentes. La propuesta fue defendida en el editorial titulado "Sectarismo":

El espírita está, pues, en su verdadero puesto cuando se coloca entre el hombre de ciencia y el hombre de fe, no poseyendo las creencias de uno, ni, por igual, las negaciones de otro. No nos desviamos de nuestro lugar. Puestos entre la fe y la razón, evitemos las exageraciones del sectarismo, pues él es el verdadero enemigo. 79

79) Reformador, febrero de 1894.


Insatisfechos con la política conciliadora de la FEB, los científicos, encabezados por Angeli Torterolli, abandonaron la institución de la FEB y fundaron, el 4 de abril de 1894, otra casa federativa, el Centro de la Unión Espírita de Propaganda en Brasil.

Después de cuatro años, ya a finales de ese mismo año de 1894, Dias da Cruz, el entonces presidente de la FEB, deja el cargo y pasa a la vicepresidencia. Durante el período en que estuvo en el poder, creó el "Servicio de Asistencia a los Necesitados", una organización destinada a la práctica de la caridad espírita que funcionaba en las dependencias de la FEB. Era médico homeópata convencido y como tal fue uno de los que ató las prácticas homeopáticas a las prácticas espíritas 80. Su sucesor, el abogado y profesor de Humanidades, Julio César Leal, también era un ardoroso adepto de la homeopatía mediúmnica. Muy respetados por todos, fue entonces elegido presidente de la FEB, quedando en su dirección sólo unos meses, hasta la entrada de Bezerra de Menezes. Sin embargo, Júlio César Leal no mantuvo la misma neutralidad y la misma diplomacia de Días de la Cruz, pasando a apoyar a los científicos en detrimento de los religiosos. Realizaba sesiones, los viernes, en las que se presentaban tesis destinadas a la discusión, sin intervención de sentimientos de religiosidad.


Por lo tanto, el Reformador, (arma eficaz de la FEB para manipular al Espiritismo y convertirlo en una religión),  como dueño Augusto Elias da Silva bajo la dirección de los religiosos Leopoldo Cirne y Alfredo Pereira, comenzó a hacer oposición al nuevo presidente (Leal), publicando una serie de artículos titulada "Nuestra Misión". Por eso, Julio César Leal, durante su mandato, además de haber nombrado a un representante de la FEB para el consejo federativo de la recién creada, Unión Espírita de Propaganda en Brasil, subordinándola así a la Unión, pasó a frecuentar asiduamente el reducto científico, dejando de lado su trabajo en la Federación Espírita del Brasil, donde casi no aparecía. 

Los religiosos reaccionaron rápidamente.

80) Hablamos más sobre este tema en el Capítulo IV.

En julio de ese año, la crisis llegó a su apogeo. El vicepresidente Dias de la Cruz intentó aún hacer que la situación retornara a un equilibrio, tentativa que la expreso a través del artículo "Tolerancia y Bondad".

Sin embargo, Júlio César Leal, bajo pesada resistencia interna, acabó renunciando a la presidencia de la FEB y se afilió definitivamente a la Unión. Al percibir que los religiosos pretendían tomar el poder y volver a colocar la FEB en el liderazgo del movimiento bajo una bandera religiosa, Dias de la Cruz vicepresidente, no asumió el cargo vacante, alegando su incompatibilidad con cualquier programa radical. Llegó entonces el momento, la oportunidad tan esperada por los religiosos. El primer paso para la victoria definitiva era elegir un presidente religioso que fuese capaz de garantizar la hegemonía interna de la FEB (juntos con Roustaing) y que pudiera también anular la acción de los científicos de la Unión. Leopoldo Cirne y Alfredo Pereira, líderes del movimiento religioso, no tuvieron duda: la persona adecuada para esa tarea era el religioso Roustanguista Dr. Adolfo Bezerra de Menezes.

Ya desde el final de 1891, pasando por divergencias internas muy graves y ataques externos, la FEB se estaba resquebrajando con un proceso aún desde sus comienzos. Esta situación se extendió hasta 1895, cuando las finanzas de la entidad ya estaban bastante perjudicadas. Por eso también, atendiendo las a peticiones, Bezerra de Menezes volvió a asumir la presidencia -un puesto que ocupó hasta la muerte en 1900.

Durante el tiempo en que estuvo alejado del trabajo de unificación al frente de la FEB, Bezerra abandonó la postura de equidistancia entre las diferentes posiciones espíritas, la postura que había asumido en 1889 en su primera gestión ya no era la misma y se transformó en un auténtico representante de la tendencia religiosa en su segunda presidencia. Este cambio decisivo tal vez haya tenido sus raíces en las influencias que los religiosos Bittencourt Sampaio, Antônio Luiz Sayão y Federico Júnior (recuerden este último Federico Júnior que se inventó la carta mistificadora donde kardec daba el permiso al Brasil, al Angel Ismael y a Roustaing para que comanden el espiritismo a nivel mundial y donde luego sería establecido como el estatuto principal en el Pacto Áureo que se creó más adelante y donde se utilizó el libro de Humberto do Campos atraves de la mediumnidad de Chico Xavier para hacer tremendo engaño para manejar el espiritismo en el mundo y que con la creación del CEI poder convertir definitivamente al espiritismo en una religión que actualmente la comanda Divaldo Franco con su Espiritismo Cristiano de ideas Roustanguistas y destruyendo el verdadero espiritismo dado por los espíritus superiores a Kardec)   ejercieron sobre Bezerra durante el período en que se había aislado en el Grupo Ismael (también llamado Grupo de los Humildes o Grupo de Sayão), el principal reducto del pensamiento religioso y roustanguista que más tarde pasó a funcionar en las dependencias de la FEB.

Habría sido, por lo tanto, durante esa fase que Bezerra de Menezes profundizó su conocimiento sobre Los Cuatro Evangelios de J.-B. Roustaing, convirtiéndose así, posteriormente, en un confeso defensor de la obra. Basta comparar las dos gestiones de Bezerra y luego veremos que mientras la primera tuvo hasta cierto color científico, la segunda fue claramente marcada de religiosidad y de influencias roustanguistas. (Bezerra jamás dejo de ser Roustanguista aunque la FEB inventara comunicaciones que se dieron atraves de Chico y de Divaldo Franco arrepentido de haber apoyado las ideas de Roustaing)  De hecho, podemos ver ese mismo movimiento en sus obras. Tanto así que en una carta de Bezerra de Menezes y en una serie de artículos de "Estudios filosóficos", su preocupación aún pendía para los caracteres filosófico, científico y positivo del espiritismo. Se empeñaba en mostrar un espiritismo lógico, coherente, racional, sistemático, un poco diferente de lo que vino a mostrar después de su adhesión a las ideas de los turbulentos.

Adolfo Bezerra de Menezes asumió nuevamente la dirección de la FEB el 3 de agosto de 1895 (después de que derrocaron a Julio César Leal y que duro en su cargo solo 7 meses, donde utilizaron las artimañas más bajas para atacarlo y en donde su arma perfecta era el REFORMADOR para poder poner a los espiritas de esa época en su contra hasta que lograron que renunciara por la serie de artículos maliciosos que se publicaron en el REFORMADOR denominados "Nuestra Misión", y así poder recuperar la parte religiosa que se estaba viendo afectada por los científicos), en una asamblea en que los estatutos de la institución fueron reformados, concediéndole poderes absolutos.

Con sus fuerzas y un poder ilimitado, Bezerra hizo obligatorio el estudio de la obra de J.-B. Roustaing al lado del Libro de los Espíritus. (De forma obligatoria). En noviembre del mismo año, Bezerra iniciaba entonces su "apostolado" ahora al frente de la institución (en una segunda presidencia mucho más autónoma), ya que ya lo había iniciado en otros frentes, principalmente con sus primeros escritos tiempos antes.

Y así, su trabajo más duro de uniformidad del espiritismo comenzó con una serie de artículos publicados en el Reformador en contra de los científicos y contra Del Centro de la Unión Espírita de Propaganda en Brasil. (Donde quedo ese hombre bueno, bondadoso, amoroso, de lo que hablan tanto la FEB  como también los religiosos espiritas que tanto lo veneran, donde a Bezerra lo convirtieron en  mártir, era un Santo lleno de bondad, y muy paciente. En este estudio se demuestra la verdadera cara de Bezerra un hombre fanático de la religión roustanguista y que jamás fue un verdadero espirita, capaz de acabar con sus propios hermanos espiritas  por el único hecho de pensar diferente, y se valió con poderes muy amplios que se los habían otorgado, ya que reformaron los estatutos de la FEB,  para poder utilizar tanto a las instituciones de la FEB como del REFORMADOR para sus más bajas y malas intenciones, y así poder manipular a los neófitos ignorantes, y de una vez por toda erradicar el verdadero espiritismo científico, y con la vía libre poder hacer del espiritismo una RELIGION; eso se llama HIPOCRESÍA y MALDAD solo por imponer sus ideas religiosas del fanatismo roustanguista).

Bezerra de Menezes traía consigo capital externo (al campo religioso) por haber sido el responsable, cuando se desempeñó en la prefectura, de las finanzas de la municipalidad, por lo que se considera el único capaz de reequilibrar la situación. Pero por más paradójico que parezca, Bezerra tuvo problemas en sus finanzas particulares, quedando reducido a la pobreza en 1892. (Esto es lo que provoca el fanatismo religioso donde a una persona con dinero le minan tanto su razón para de esa forma poder aprovecharse y ya fanatizado se olvida de sus verdaderas responsabilidades que son su trabajo y su familia poniéndolos al riesgo de la mendicidad)  Nadie a su alrededor desconocía la lucha económica en que su familia se debatía, pero todo lo que hacía era en favor del espiritismo y de la ayuda a los necesitados. Este fue también uno de los hechos que lo llevó a ser reconocido como el "Apóstol del Espiritismo".
Como portador de la moral cristiana de caridad y de ayuda al prójimo, Bezerra de Menezes no podría actuar de otra forma sino buscando recoger en el propio campo religioso el capital necesario para la legitimación de su obra. (Bezerra jamás entendió el Espiritismo por el fanatismo que heredo de los estudios de Los Cuatro Evangelios de Roustaing, llegando a hipotecar su razón, dejándose deslumbrar por el docetismo religioso que absorbió del libro Espiritismo cristiano o la Revelación de la Revelación. Los Cuatro Evangelios (1866) de Jean Baptiste Roustaing. Convirtiéndolo en un fanático religioso y el cual fue uno de los mayores culpables para hacer del Espiritismo una religión). Fuera de él, ya había acumulado todo el capital cabal en sus posibilidades, fuera de la política, fuera de la medicina, y de esos capitales supo bien utilizar para su entronización personal el campo religioso. (Donde los abusos no dejaron de cesar) Vale la pena resaltar, para finalizar esta exposición, que fueron esos los capitales que posibilitaron a Bezerra de Menezes el poder conquistar las posiciones en que pasó a encontrarse. Sin embargo, internamente al campo religioso y a su lógica inmanente, lo que le faltaba era ganar su propio capital de reconocimiento, una especie de capital espiritual, digamos, lo que produciría efectos simbólicos bastante importantes para su trabajo personal. Este capital, es decir, esa propiedad que puede tomar diversas formas, desde riqueza, hasta fuerza argumentativa, elocuencia, ciertos conocimientos o incluso el dominio de una red de relaciones sociales; un conjunto de habilidades y hasta el poder de, encantar, de seducir - cuando percibido por los demás agentes del campo, dotados de categorías de percepción y de evaluación para ello, se vuelve simbólicamente eficiente. Se ve como una fuerza mágica, ya que el que la posee pasa a ser reconocido por los demás ocupantes del campo. Una propiedad que, por responder a las "expectativas colectivas", socialmente constituidas en relación a las creencias, ejerce una especie de acción de conformidad social. Entonces fue así que Bezerra de Menezes se dedicó a prestar auxilio médico en el centro espírita, pasando de los ideales a la acción y vertiendo su capital externo en interno al campo religioso. Con su obra de caridad -que comenzó un poco antes de su adhesión al espiritismo, puesto que ya poseía esa predisposición, pero que se propagó enormemente después de ella- pasó a ser reconocido como el "médico de los pobres", atendiendo a personas sin condiciones pagar el tratamiento, ya que para él,

Un buen médico no tiene el derecho de terminar una comida, ni de elegir la hora, ni de preguntar si es lejos o cerca, cuando un afligido le golpea a la puerta.
El que no acude por estar con visitas, por haber trabajado mucho y hallarse fatigado, o por ser muy tarde en la noche, el mal el camino o el tiempo, por quedar lejos o en el cerro; el que sobre todo pide un carro a quien no tiene que pagar la receta, o le dice a quien le llora a la puerta que busque otro, no es médico, es comerciante de la medicina, que trabaja para recaudar capital e intereses de los gastos de la graduación. Este es un desgraciado, que manda a otro el ángel de la caridad que le vino a hacer una visita y le traía la única espía que podía saciar la sed de riqueza de su espíritu, la única que jamás se perderá en el vaivén de la vida. (GAMA, 2001: 70)

Extendiendo su trabajo de unificación del movimiento espírita por la disciplina de los grupos, allí estaba su "obra de caridad", piedra de toque de la legitimación del espiritismo brasileño desde entonces. Para Bezerra de Menezes, los espíritas debían reunirse en torno a las verdades expresadas en el Evangelio a fin de comprender y divulgar el espiritismo. De esta forma, las sesiones de los grupos espíritas deberían necesariamente contemplar también el estudio de los evangelios y prever una parte importante a la caridad, sea a través de la "adoctrinación de los espíritus sufriente del espacio", fuese a trabajar para los necesitados "encarnados". La cura de las almas y la asistencia religiosa y / o material a los individuos eran, por lo tanto, precisamente los instrumentos que le ayudarían a recaudar el capital que tanto que anhelaba y necesitaba. La idea entonces de un espiritismo fundado en el Evangelio y, consecuentemente, la caridad fraterna se contraponía competitivamente a la modalidad que enfatizaba las "manifestaciones de los espíritus" y la modalidad filosófica que se dieron a través de los libros codificados por Kardec, y que servían, según él, sólo como alimento de la vanidad y pretendida cultura, incapaces de operar una "reforma íntima", necesaria para el progreso de los espíritus. En estos términos muy mal entendidos de ideas religiosas, Bezerra de Menezes buscaba establecer el "verdadero carácter" de la doctrina espírita.

(Aquí podemos observar en esta parte señalada de color amarillo, como Bezerra jamás compartió la idea de los Libros Codificados y mucho menos de Kardec, indicando o dando a entender que los Espíritus de la Codificación jamás entendieron la “caridad fraterna”, y que eran hasta incapaces de operar una “reforma intima” necesaria para el progreso de los espiritas, ideas que fueron absorbidas por Bezerra en el estudio de Los Cuatro Evangelios, donde se ataca inmisericordemente a los libros codificados y a Kardec, el que ha tenido la oportunidad de leer la obra de Roustaing sabe a lo que me refiero)  

¿Y cuál era ese carácter? La entonces doctrina debería ser capaz de conciliar fe y verdad, ciencia y religión, y tener como objetivo superior a la moral cristiana, compresión mal entendida por parte de los religiosos donde utilizaron al Evangelio según el espiritismo para manipular a los neófitos  y donde también adaptaron  los cuatro evangelios de Roustaing. Fue así que Bezerra de Menezes buscó unificar al movimiento espírita como vía de salvación religiosa, única vía de su salvación en Brasil.

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