Espiritismo como religión por medio de la
Literatura: producción literaria espírita en el seno del círculo de Menezes, el
engranaje de un presuntuoso y falso sabio,
que creyó saber lo que siempre ignoro; un sistemático que tomo sus ideas como
la verdad.
Una producción intelectual espiritista como parte del intenso trabajo
de creación dentro del movimiento espírita brasileño se había iniciado en
décadas anteriores. Temprano, integrantes del grupo religioso se
dedicaron a la defensa de sus posiciones por medio del escrito. Tres
autores se destacaron en la producción de varios géneros textuales. Francisco
Leite de Bittencourt Sampaio, como editor de Garnier, ya había
articulado la publicación por la editorial de cuatro de las cinco obras del Codificación
Espirita. En 1882, lanzó la “A Divina Epopeia de João Evangelista”. Según Wantuil
de Freitas, es una versión poética del cuarto Evangelio, siendo el
texto bíblico convertido en versos decasilábicos en el estilo de las
composiciones epopeyas (2002, p. 251).
Para
nuestro estudio, sin embargo, aún más importante fue la segunda parte de esta
obra. Francisco Leite de Bittencourt Sampaio, donde insertó
después del poema un texto en prosa en el cual analiza los pasajes con base en
la Doctrina Espírita. En sus comentarios, busca defender la tesis de la
divinidad de Jesús, claramente una apropiación roustainguista.
Cuando, en 1895, Bezerra
de Menezes retomó a la presidencia de la FEB, fue el jefe del
comité y participó directamente en las articulaciones para apoyar la dicha gestión.
Un dato que puede permitirnos ser más inteligibles sobre la claridad del grupo
de religiosos sobre la necesidad de producir una literatura capaz de dar apoyo
doctrinal a sus posiciones. En el mes de octubre, tres meses después de la
posesión, Bittencourt estaba trabajando en la escritura de otra
obra en el mismo género de la Divina Epopeia, titulada la Divina Tragédia do Gólgota, cuando repentinamente
vino el óbito o su muerte. Los religiosos perdían así una pieza
clave. Moría un intelectual de referencia religiosa y uno de los principales
articuladores de las estrategias del grupo. El hecho de que su escritura se
detuviera fue fuertemente lamentado con vehemencia en el Reformador (IDEM, p.
253). Hay indicios de que existía en curso un proyecto colectivo para intensificar
la producción literaria espírita.
A
diferencia de los científicos de la UEPB, que invirtieron en la realización de
eventos públicos con el uso de diversos recursos musicales y teatrales, al
parecer la apuesta del círculo de Bezerra de Menezes fue la
literatura.
Una
pieza importante en la producción del círculo de Menezes fue Antonio
Luiz Sayão. Carioca de nacimiento, se graduó en la facultad de
Derecho de San Pablo, pero regresó a la Capital del Imperio, donde estableció
un bufete de abogados en el cual actuó toda la vida. El aspecto que nos
interesa, pues, es el de su militancia en el movimiento espiritista. Sayão
se destacó como el liderazgo religioso más prominente antes de la cooptación de Bezerra
de Menezes. Ante los conflictos internos que implosionaron varias
agremiaciones espíritas desde la década de 1870, él tomó la iniciativa de fundar, el 15 de julio de 1880,
un centro dentro de los moldes en que creía, religioso. En esta perspectiva,
comenzó a funcionar el Grupo Ismael, también denominado Grupo
de los humildes o incluso Grupo de Sayão. Extremadamente
vinculado a su personalidad, los trabajos organizados poseían su marca. Como ya
dijimos, las actividades de este, especializadas en el estudio roustainguista,
fueron transferidas a la FEB en 1895. Durante más de una década, ha desempeñado la función
de coordinación de los estudios roustainguistas, contribuyendo a la
formación de cuadros en el grupo religioso, atrayendo líderes que tuvieron peso
significativo en los rumbos tomados por la Doctrina espiritista en Brasil. Sin
embargo, un peso aún mayor en este sentido puede haber desempeñado su
producción intelectual.
En 1893, en el escenario de las disputas
intestinas, la experiencia formativa del grupo Ismael fue sistematizada en un
libro compuesto por la socialización de mensajes espirituales recibidos
psicográficamente. Con 400 páginas, recibió el título de Trabalhos Espíritas de um Pequeno Grupo de Crentes
Humildes. Aunque no tuvo mucha perennidad, esa producción fue el
indicativo de la inserción de Sayão en el mundo de las
letras espiritistas. Quizás un componente que explica la relativa falta de
aliento del trabajo en la perpetuación de las tiradas en las siguientes décadas
está relacionado con el género textual dominante en su cuerpo. Observamos que
en la Historia de la invención de la literatura espírita mediúmnica, diversos
géneros textuales y literarios fueron probados. Algunos encontraron éxito
editorial y fueron consolidados, otros fueron descartados en el recorrido o
adquirieron características marcadas por la efectividad de la circulación.
Cuando analizamos más
detenidamente esta obra firmada por Sayão, percibimos que fue
constituida por mensajes, generalmente textos cortos que no superan dos
páginas, en las que se aborda una temática específica con motivos evangélicos,
asemejándose de alguna manera a los textos insertados en el Evangelio
Según el Espiritismo. Buscan como lema o compromiso primordial no
promover el disfrute estético, sino el aprendizaje de contenidos doctrinarios.
Por sus características textuales, esta obra representó el surgimiento
dentro del círculo de Menezes, de una publicación en
soporte en el formato de libro de textos obtenidos vía psicografía. Sin
embargo, incluso constituida por textos psicográficos producidos por los
médiums de la institución en las reuniones del grupo, fue firmada por Sayão.
Al igual que Kardec, el régimen de autor de la obra funciona en el molde de una
etnografía de los espíritus. No hay aspectos destacados ni concesiones de
derechos de autor para los psicógrafos. Representa un dato elocuente el hecho
de que la mayoría de los mensajes psicografiados que la componen, según Wantuil
(2002, p. 357) fue producida por un solo médium: Frederico
Pereira da Silva Júnior. Volveremos a algunos de sus rasgos
biográficos, pero por ahora tenemos que señalar que él representó un socio
esencial en la creación de este libro. Su publicación, sin embargo, no traería
cambios en cuanto al régimen de autoría en funcionamiento.
Los links para poder observar el articulo de la carta mistificadora de FREDERICO PEREIRA DA SILVA JR.
Con
el avivamiento de las disputas internas, dando inicio al proyecto colectivo de
intensificación de la producción intelectual de los “Religiosos", Sayão
escribió un texto aún publicado en la actualidad por la FEB. Su objetivo era
facilitar la recepción de los libros de Roustaing. Se detuvo para producir
un trabajo de síntesis, a cargo de popularizar las ideas roustainguistas. Su
escritura denotaba características similares al género de la divulgación,
comprometida con un aspecto didáctico, buscando facilitar el entendimiento de
una producción considerada más compleja. En este sentido, hay en él una serie
de operaciones de selección, correcciones, adiciones, injertos. El producto
final adquirió así especificidades, trayendo una configuración diferenciada de
la matriz de referencia. Aún publicado por FEB, el libro Elucidações Evangélicas, con un solo
volumen, fue el instrumento responsable de la circulación y perpetuación de la
defensa de las tesis roustainguistas en diferentes momentos del siglo XX.
Esta obra, que apenas en su
primera edición recibió el título de Estudos dos Evangelhos em Espírito e Verdade, fue
prefaciado en abril de 1896, año auge del conflicto entre religiosos y
científicos, pero no salió a la luz hasta enero de 1897, tras el estallido de la radicalización
entre FEB y UEPB. Dividida en dos partes, la segunda estaba dedicada a mensajes
psicográficos con temáticas abordando pasajes del Evangelio. Nuevamente la
sociedad Sayão-Frederico Junior fue nublada. La segunda parte fue
compuesta por casi cien mensajes doctrinales psicografiados por Federico
Junior. Sin embargo, una vez más ha quedado la cuestión autoral sin
la fractura entre el autor empírico y el autor espiritual. Sin embargo, el
hecho de que la primera edición incluyera textos producidos mediante
psicografía parece representar una apuesta en una propuesta editorial. En este
momento, la apuesta no tuvo éxito. En la edición posterior, que afirmaba
reducir el costo de ventas para hacerlo más accesible a los consumidores, este
inserto se eliminó (WANTUIL, 2002, p. 357).
Otro
dato interesante sobre esta obra se refiere al recorte utilizado. Fueron objeto de reflexión los textos
de los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas, considerados sinópticos, ya que el
de Juan ya había sido analizado por Bittencourt Sampaio, se deduce una
posible división de tareas por la complementariedad de las obras escritas (WANTUIL,
2002, p. 148-149).
Esto nos parece un subterfugio,
complot, es otro indicio de que había un proyecto editorial articulando y
fomentando las producciones literarias del círculo de Menezes con vistas
a la caracterización del Espiritismo como una religión.
Otro indicativo que compone el
espectro de las pistas sobre el proyecto editorial febiano orquestado por el
círculo de Menezes fue la defensa elocuente de la obra firmada por Sayão
en la sección Bibliografía del Reformador de 01/02/ 1897.
El ilustrado doctor Antonio Luiz
Sayão acaba de dar a luz un libro que desentona de casi todos los que
han salido publicados entre nosotros. No es un brillante repertorio de cosas
más o menos interesantes que, por la belleza de la forma, dé testimonio de la
erudición del autor y sirva de agradable pasatiempo a los que sólo se preocupan
por las grandezas mundanas. No. Es un libro que, por su contexto elevado y útil
como pocos, desafía la atención de los que buscan en el conocimiento de las verdades eternas (...) Altísima
la misión de los que fueron elegidos para hacer en la tierra la obra de Dios:
la divulgación del Evangelio según la luz del Espiritismo; y de entre
aquellos misioneros esparcidos por toda la tierra, se levantaron, entre
nosotros, Bittencourt Sampaio,
con su Divina epopeya y Antonio Luiz Sayão, con sus Estudios de los
Evangelios. Aquel limitó su trabajo, que es monumental, al Evangelio de S.
Juan. Éste levantó su monumento, sobre los de S. Mateo, S. Marcos y S. Lucas.
Uno completa el otro y ambos dan la luz, que la generación actual puede
soportar, sobre toda la doctrina
cristiana (REFORMADOR, 1897, p.
06).
En medio de las calificaciones
elogiosas al autor, se ve al escritor situado en el panteón de espíritus
misioneros, encargados de la continuidad de la divulgación del Evangelio según
el Espiritismo” (REFORMADOR, 1897, p. 06). El libro fue presentado así como un
texto síntesis basado en Roustaing, pero se buscó
fundamentar las transgresiones creativas, justificando los extractos corregidos
y aumentados con el argumento de autoridad, pues los cambios habrían contado
con el apoyo de los espíritus superiores. En resumen: “Sus trabajos pueden ser
dichos: perfecto resumen de la interpretación de los evangelios en espíritu y
verdad, según Roustaing, corregido y aumentado en ciertos puntos, siempre bajo
la asistencia de los Altos Espíritus. (REFORMADOR, 1897, p. 06)”.
Aparentemente, el libro Elucidações Evangélicas se resistió en su recepción
inicial. En ese momento, el movimiento espiritista se caracterizaba por ser
básicamente una comunidad de lectores significativamente difusa. Los libros
llevaban la marca de autoridad de sujetos oriundos de un país considerado
referencia en saber. Un paso muy importante para la continuidad del Espiritismo
en tierras brasileñas fue el establecimiento de una producción literaria
nacional. Las disputas simbólicas internas, con grupos buscando implementar
configuraciones diferentes para el Espiritismo nacional, parece haber puesto en
funcionamiento un complejo engranaje que ha garantizado el florecimiento de una
literatura espiritista con características locales.
Uno de los recursos utilizados en
la producción de la literatura espírita en Brasil fue la de los escritores
nacionales que se refrendan en autores o “espíritus europeos”. Durante algunas
décadas en el siglo XX este
procedimiento existiría. Para Lewgoy (2000, p. 208) habría
sido justamente Chico Xavier el responsable de la nacionalización de las
referencias espirituales, con los espíritus-autores brasileños firmando las
obras. En el caso de Sayão, se apropia del
pensamiento roustainguista, haciendo una serie de reelaboraciones y
ajustes para hacer la obra más accesible. Aun refrendando al autor francés,
recibió resistencias que el Reformador del primero de febrero de 1897
buscaba dirimir. Quizás porque Roustaing estaba lejos de ser
una unanimidad, pero probablemente también por ser Sayão un autor
autóctono, desarrollando y corrigiendo su pensamiento. El 6 de abril del mismo
año, Bezerra
de Menezes vino en su ayuda en la prensa abierta. A través de su
columna en el diario Gazeta de Noticias, respondió a la
pregunta de un lector que le preguntaría sobre la validez de los
escritos de Sayão. Para él, el
[...] libro de Sayão es
un resumen de Roustaing, con
las ventajas de Allan Kardec. (...) Es, por lo tanto, correcto y temprano, bajo
el punto doctrinario y es claro y conciso bajo el punto de vista del método.
(...) Contiene las ideas de Roustaing y el método incomparable de Allan Kardec. (BEZERRA apud WANTUIL, 2002, p.
151).
Desde la segunda edición de Elucidações Evangélicas, el artículo-respuesta de Bezerra cumple la función de prefacio en la obra. Su argumento asociaba las apropiaciones del enfoque de Roustaing con la autoridad doctrinaria de Kardec, dando legitimidad a las operaciones realizadas. La figura del líder espiritista ya famoso fue insertada para dar soporte a las tesis roustainguistas vía Sayão.
La actuación de Bezerra
de Menezes, sin embargo, no quedó restringida a apoyar a los
escritores de su círculo. Se involucró directamente en la producción literaria.
Sin duda fue el autor más productivo de su generación y el principal
responsable por la creación de la matriz febiana, hegemónica en la actualidad
dentro del Espiritismo brasileño. Responsable no sólo desde el punto de vista
político, sino sobre todo doctrinario. Un análisis histórico de su producción
intelectual revela datos significativos. A pesar de que las investigaciones
académicas (GIUMBELLI, 1997; ALMEIDA, 2007; ARRIBAS, 2010) dan
énfasis a los textos Uma Carta de Bezerra de Menezes e A Loucura sob
Novo Prisma
como sus obras de referencia, éstos fueron publicados 20 años después de
su fallecimiento. De esta manera representan una fuente importante para la
comprensión de su pensamiento, pero no de la recepción de su obra. No fue por
medio de ellas que en su contemporaneidad Bezerra eligió defender la
configuración del Espiritismo como religión.
Una comparación entre las fechas
de publicación de sus escritos y los enfrentamientos realizados en el
movimiento revela que Adolfo Bezerra de Menezes
había sido incluso un novelista. Desde el comienzo de su militancia
espiritista, el género romance se encontraba en el escenario de su producción
literaria. Dos años después del anuncio público de su conversión,
comenzaba a salir a la luz la Casa Assombrada. En formato de folleto, fue
publicado originalmente de 1888 a 1891 en una sección específica del Reformador. Todavía en 1890, publicó el
segundo texto, Os Carneiros de
Panurgio: romance philosophico-político, ahora en formato de
libro por la imprenta Serafim José Alves.
En
la secuencia, lanzó Lázaro, o leproso, en folletos por el Reformador de 1892 a 1896; União Spirita do Brasil. Spiritismo. Estudos philosophicos, en un libro en el año 1894 por Moreira. Este
último se trataba de la colección de artículos – 69 en total - producidos para
su columna en el periódico O paiz.
Después,
de 1896 a 1897 fue publicada la
novela A História de um
Sonho.
Como folletín también por el Reformador.
Bezerra
de Menezes estaba publicando en folletín desde 1898 o romance Casamento e Mortalha, cuando vino a morir
en 1900, permaneciendo
la obra inacabada.
Con su muerte, la viuda donó a la
FEB cuatro textos manuscritos inéditos publicados sólo póstumamente. Fueron
ellos: las novelas A pérola Negra e o
Evangelho do Futuro, así como las ya mencionadas una Carta de Bezerra
de Menezes y A Loucura sob Novo Prisma. En conjunto son siete
novelas, cinco publicadas en vida. Esta información equivale a decir que, como
autor espiritista, Bezerra de Menezes optó por producir una literatura
romanesca, en la que realizó una serie de operaciones inventiva para defender
sus posiciones como religioso.
Esas obras sirvieron de
instrumentos para divulgación doctrinaria y caracterización de un Espiritismo
como-religión. Un buen ejemplo se puede encontrar en La Historia de un Sueño 1901-1905. A História de um Sonho
(1901-1905). La trama fue ambientada en el planeta Venus, orbe en el
cual el personaje principal, un terrícola, tuvo acceso en viajes astrales
realizados por medio del sueño. La composición de la narrativa está claramente
fundamentada en postulados Kardecianos. La concepción de pluralidad de los
mundos habitados, con sociedades equivalentes a la humana, está referida
textualmente en el Libro de los Espíritus (1857). El contenido general, como
trataba de vida en otros planetas, era considerado científico. Incluso sobre él
se había inclinado el famoso astrónomo y espírita Camile Flammarion. Lanzada en
un momento de efervescencia discursiva y en el auge de la disputa interna, ¿representaría
esta obra una concesión? ¿Un nuevo intento de contemporización?
Seleccionamos un tramo bastante
elocuente para que sirva de muestreo de los complejos engranajes puestos en
funcionamiento.
Todos, pues, sin excepción, tarde o temprano, más lenta o
más rápidamente, llegarán a ver a Dios. Te sientes pequeño a mi vista; pero ten
en cuenta que nosotros, los espíritus más adelantados que tú, no nos sentimos
más grandes a la vista de nuestro sacrosanto hermano Jesús, el redentor, a
cuyas plantas no tenemos derecho para llegar nuestros labios. Él mismo, en su
humildad divina, se considera a sí mismo una nada a la vista del Padre Supremo.
(MENEZES, 2009, p.20).
La
primera frase remite directamente a un principio doctrinario de Kardec. Este
convirtió la concepción de progreso de la Ilustración a una escala de
desarrollo espiritual.
Un
espíritu, creado en la condición de simple e ignorante, mediante las
reencarnaciones sucesivas aprendería de la diversidad de experiencias vividas
hasta llegar a la condición de espíritu puro, perfecto moralmente. Este sería
un destino inexorable, variando sólo en la escala del tiempo por depender de
las opciones realizadas por el libre albedrío individual28.
28 Este contenido fue específicamente
tratado en el Libro de los Espíritus en las preguntas de 100 a 131, en los
tópicos Escala Espírita, progresión de los Espíritus y Ángeles y Demonios
(KARDEC, 2011, p. 59-70).
La continuidad,
sin embargo, trae una representación que no está en el universo conceptual de
Kardeciano. Según el Libro de los Espíritus, Jesús sería el guía y modelo de la
humanidad por tener la condición de ser el más puro que apareció sobre la
Tierra” (KARDEC, 2011, p. 207).
Las
expresiones “sacrosanto
hermano”, “o “redentor”, “divina humildad” explicitan un
acercamiento con la representación de Jesús como Hombre-Dios, salvador de todas
las humanidades interplanetarias. Esto es una apropiación,
ojo no de Kardec, más si de Roustaing.
Si se observa la
mistificación, del Sr. Bezerra de
Menezes, de cómo engaño, embauco, falseo, falsifico y deformó la doctrina
espirita, donde se aprecia que Bezerra llego al Espiritismo con un fuerte
equipaje místico, donde se mezclaron sus atavismos religiosos, de los cuales no
logro desembarazarse jamás. QUE COSAS VERDAD PENSAMOS QUE SEGUIMOS LAS
ENSEÑANZAS DOCTRINARIAS DE ALLAN KARDEC CUANDO LA REALIDAD ES OTRA Y
QUE LAS ENSEÑANZAS QUE SE RECIBEN EN TODOS LOS CENTROS ESPIRITAS MUNDIALES
SON DE ROUSTAING DISFRAZADAS CON LA IMAGEN Y ENSEÑANZAS DE KARDEC ¿CUANTA MORAL VERDAD?
El análisis del libro permite, por tanto, algunas
deducciones. La inserción
de tesis roustainguistas en el edificio doctrinario supuestamente eminentemente
kardeciano es una operación realizada en el Espiritismo brasileño no sólo por
medio de las obras ampliamente conocidas que tratan directamente sobre el tema
religioso.
También en las novelas de Bezerra de Menezes, quizás de
manera más silenciosa y eficaz, ocurrieron estas síntesis. Especialmente en la
obra A História de um Sonho,
vinculado a un tema considerado en el campo científico, existe una "religiosificación"
de los temas planteados. Como el texto fue escrito y publicado en el
apogeo del conflicto interno, esto parece indicar que la lucha para prohibir
las prácticas del llamado grupo "científico" no
significaba la exclusión de lo que se consideraba el aspecto científico en el
cuerpo doctrinal, sin embargo, representaba el establecimiento de una jerarquía
en la economía conceptual. Así, la conquista de la hegemonía condujo
a la estrategia de presentar cualquier tema, incluso los de un enfoque
científico, al aspecto de la óptica religiosa. Es elocuente, por ejemplo, el hecho de que el personaje que administra
la enseñanza sea un religioso de alto rango y no un destacado científico
prominente, que se anuncia a sí mismo como la fuente legítima y deseable
de conocimiento.
Incluso a través de esta lectura
flotante del romance A História de um Sonho, pues una mirada más
verticalizada estaría fuera de los propósitos de la
investigación, podríamos vislumbrar algunos asuntos pertinentes a nuestro
objeto de estudio. En él, Bezerra de Menezes recurrió a
lo que Soares denominó de un narrador-personaje como elemento estructurador de
la trama (2008, p. 78). Hay en el texto un carácter marcadamente pedagógico,
anunciado a los lectores del Reformador en la edición del 1 de junio de 1896.
De hecho pueden ser localizados en el libro procedimientos textuales
característicos del compromiso de hacer accesibles contenidos doctrinarios. Un
buen ejemplo son los diálogos entre el personaje principal y su mentor
espiritual. Existen así muchos fragmentos de A História de um Sonho, en los cuales
surge en la narrativa una estructura de preguntas y respuestas al estilo de los
catecismos. Nítidamente representan un recurso didáctico para promover el
aprendizaje de manera más accesible.
La narrativa fue estructurada
como un informe de experiencia. Esta línea de creación de novelas propuestas
como relatos de una historia real ya se encontraba en el campo literario
europeo desde el siglo XVIII, funcionando en el siglo XIX como estrategia de
consolidación del género ante las críticas que cuestionaba su legitimidad. En el marco de este procedimiento de crianza, los novelistas
han llegado a utilizar el recurso de la descripción.
Para la creación de una atmósfera de
verdad alrededor de las tramas, la descripción de los escenarios donde pasaban
las historias y de los personajes en ella actuantes fueron importantes
herramientas. Estas descripciones son una de las principales marcas distintivas
de la novela: la capacidad de retratar lo cotidiano, a partir de técnicas
descriptivas (...). (SOUZA, 2008, p. 35).
La História de um Sonho explora la
descripción de escenarios ficcionales para mostrar al lector territorios
desconocidos, en este caso, una comunidad estructurada en Venus. Como novela, él convierte las escenas descritas en cuadros de
escritura (CHARTIER, 2002, p. 100). La narrativa producida
por Bezerra
de Menezes, sin embargo, se atribuye a su imaginación creativa, a
diferencia de las novelas psíquicas cuya autoría está firmada por espíritus. En el segundo caso, los lectores espíritas consideran el
texto como relatos verídicos de hechos concretos.
En
cuanto a la História de um
Sonho, es un simulacro de relato de experiencia, Nosso Lar
(1944), para el lector convencido del pacto de lectura que la obra propone,
sería una narrativa autobiográfica. Mientras Bezerra
producía historias miméticas, el romance mediúmnico traería historias reales. Este
cambio de eje implicará la diseminación de la creencia en una literatura
escrita mediúmnicamente, cuya autoría de la obra remite al espíritu de un
muerto; es decir, la existencia de tal pacto de lectura sólo fue posible por la
aparición de un nuevo régimen de autoridad.
Hay que
recordar que la estrategia de concebir la narrativa romántica con fuerte
apariencia de verdad para constituir en el lector un “efecto de realidad”
estuvo presente en la creación misma del género literario novela en la
modernidad. El caso de la novela Pamela de Samuel Richardson es paradigmático. Este
autor hizo uso de dispositivos estéticos para convertir fragmentos de la
narrativa en cuadros teatrales o pictóricos, dando más densidad a los efectos
de realidad que buscaba provocar por la lectura. Sin embargo, va más allá,
haciendo uso del segundo conjunto de dispositivos. Negando su condición de
escritor, afirmó ser solo el editor de las cartas que dieron lugar a la
narrativa. Buscaba así promover la supresión de las distancias entre la ficción
literaria y la realidad empírica. Paradójicamente, Richardson potencializó los
efectos de realidad de su obra, asociando “a la intención moral y la indeterminación
textual, el propósito didáctico y la ofuscación del escritor”. (CHARTIER,
2002, p. 100).
Esta operación de ofuscación del
escritor como autor toca particularmente nuestro objeto de estudio, permitiendo
situar la escritura mediúmnica en una matriz cultural más amplia,
comprendiéndola de manera menos alienígena y estructurada por la movilización
de un arsenal de recursos literarios ya existentes. No obstante, en el caso del
Espiritismo brasileño, fue la radicalidad de la negación de la figura de autor
por el escritor.
Cuando encontramos el escenario
revelado por los análisis, percibimos que elementos insertados en el circuito
de la literatura espírita posibilitaron el surgimiento de una producción
literaria romancesca, en parte vía psicografía. En las primeras décadas del
siglo XX, se consolidó en Brasil una producción literaria. Para la creación de
este fenómeno editorial brasileño, fue necesario el concurso de algunos
elementos clave insertados en el circuito literario espírita durante las
décadas de 1890 y 1920. Tanto la publicación de obras producidas por Médiums
psicógrafos como la consolidación del género romance en la perspectiva de la
novela de tesis fueron factores de enorme importancia.
Al final del siglo XIX, se había
estructurado un segmento literario espírita alrededor de una producción local
en Brasil, líderes de peso convertidas en referencias literarias para una
comunidad de lectores muy particular. No podemos separar las dos esferas de
actuación de estos sujetos, pues ellas se retroalimentaban, intercambiando
servicios constantemente. Sin embargo, todavía faltaba la violación del régimen
de autoría. Sólo posteriormente, determinados Médiums se convertirían en
personas públicas y destacadas en el movimiento, estando esta evidencia
estrictamente relacionada con una particular configuración de la función de
autor-actor. Un acontecimiento paradigmático surgiría en 1897. Dos años después de su muerte, Bittencourt
Sampaio resurgiría de las sombras de la muerte. Este representará
un caso modelar de fractura en el régimen de autoridad dentro del Espiritismo
brasileño.
No por casualidad, en el grupo al
que pertenecía Bittencourt Sampaio, floreció una producción literaria,
pero faltan aclaraciones para potenciar nuestra comprensión sobre su papel. ¿Hasta
qué punto su larga experiencia como editor y poeta contribuyeron en la creación
de una literatura espírita nacional? ¿Cuál es la relevancia de su
inserción en el mundo intelectual para la invención del Espiritismo brasileño
como una religion? Estas son preguntas que siguen sin respuesta y están
fuera de los límites de nuestra investigación. Nos queda anunciar que su
muerte, principalmente la forma en que fue regulada su pérdida, se constituirá
en elemento central para nuestra trama.
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