miércoles, 8 de julio de 2020

¿Existe espírita Kardecista o Kardecianos? ¿Qué es eso?




¿Existe espírita Kardecista o Kardecianos? 

¿Qué es eso?


      Siempre he leído, estudiado, y seguido las Obras Codificadas reveladas a Kardec, desde sus obras principales que son los 5 libros, hasta sus obras alternas, y entre esas obras alternas hubo una que siempre me llamo la atención que era la colección de la Revista Espírita de Estudios Psicológicos publicada mensualmente por Allan Kardec de 1858 a 1869, algo maravilloso.

    Aquí no era ese Kardec de los 5 libros principales, con esos párrafos bien redactados, frases precisas, exposición didáctica, fundadas en la ciencia y en la filosofia.
    Era otro Kardec, hubiera parecido que estaba accediendo a los bastidores del Espiritismo. Actas de las reuniones - Transcripciones de los diálogos - Artículos en contra y a favor de la Doctrina Espírita - Cartas de otros investigadores espíritas - Lejos de algo listo y acabado, era la propia transcripción del hacer!

     Como iba diciendo, al leer la Revista Espírita, observamos, que ser espírita es buscar la comprensión sobre los más diversos ramos del conocimiento a partir de las enseñanzas de los espíritus superiores. Esta construcción NO ES TEOLOGICA, que trata acerca de los textos considerados sagrados, la palabra directa de Dios. No se trata de eso. Tampoco es una especulación filosófica del autor. Pero si, una forma inédita de tratar con las comunicaciones de los espíritus. Es hacer ciencia de todo esto.

     En filosofía, cada gran pensador hace su propio sistema. Él necesita crearlo con coherencia entre todas sus partes. Hay que respetar todos los criterios de la lógica para formar una doctrina sólida.

     Sin embargo, otros filósofos hacen lo mismo, y establecen sus ideas a partir de premisas diferentes. Explican todo por doctrinas diversas. Por eso, decimos: la filosofía de Platón. La filosofía de Locke. O bien, filosofía aristotélica, filosofía comteana.


      Pero el espiritismo es una ciencia y no un sistema filosófico.

     Y hago ver todo esto para tocar un punto importante, de una moda que surgió no se sabe de dónde y para poder hacer un separatismo se autodenominan:

- Soy un espírita Kardecista.

O algunos queriendo darle una clase de elegancia se hacen llamar:

Espiritistas Kardecianos.

Pregunto: ¿Por qué ese separatismo?

     Si el Espiritismo es unidad.

      El hecho de que existan una serie de vertientes de ideas equivocadas por su forma de ver y entender la Doctrina, y que le han dado otro camino, inmersos en las imperfecciones derivadas de su orgullo y egoísmo, sedientos de privilegios y servilismo, conscientes de las grandes responsabilidades personales y del largo trabajo de reconstrucción de sus personalidades a la que deberán emprender por libre voluntad, les queda el intento de interferir, retrasar el esfuerzo ajeno, por la ilusión de no verse solos en el estado de sufrimiento al que se han reducido, no se lo podrías hacer a un lado por un separatismo de palabras inventadas.

      El Espiritismo, de forma inédita y definitiva, ofrece una teoría moral renovadora, transformadora.

     Difiere de todas las tradiciones religiosas en sus enseñanzas metafísicas, aleja las ideas de caída, castigo divino, degeneración del mundo, condenación, sufrimiento como castigo, en fin, toda la doctrina del pecado.

     Kardec no entraba en polémicas pueriles, no dedicaba su tiempo a intentar convencer a quien no combatía el Espiritismo, no respondía cartas anónimas. Invertía su tiempo en esclarecer a los interesados, aquellos que deseaban comprender más profundamente esa doctrina. Y no huía jamás del debate cuando los puntos fundamentales eran tergiversados, o los medios de comunicación anunciaban falsedades:

"Hay polémica y polémica; y hay una ante la cual no retrocederemos jamás, que es la discusión seria de los principios que profesamos cuando se trata de formar nuevas ideas. (Revista Espírita de 1858, p. 199).

En mis artículos que siempre he presentado y lo he dicho, que aquí no se trata de atacar o criticar a la persona, más si de combatir esas ideas que no están para nada en relación a las enseñanzas doctrinarias.  

     Es fundamental seguir las orientaciones de Kardec en la defensa del Espiritismo, como la alerta que Kardec realizo en 1865:

"Es un deber para todos los espíritas sinceros y devotos repudiar y desaprobar abiertamente, en su nombre, los abusos de todos los géneros que podrían comprometerla, a fin de no asumirles la responsabilidad. Pactar con esos abusos sería volverse cómplice y proporcionar armas a nuestros adversarios" (Revista Espírita de 1865, p.20).

     Una alerta consciente fue dada por Herculano Pires en la obra Curso Dinámico de Espiritismo, delante de las tergiversaciones y desviaciones que él veía ocurrir en el medio espírita de la FEB de su tiempo, y, vale recordar.

 Todo espírita consciente de sus responsabilidades humanas y doctrinarias está en el deber intransferible de luchar contra esas olas de contaminación espiritual que pesan en la atmósfera terrena. Nadie tiene derecho a cruzarse de brazos en nombre de una falsa tolerancia que los llevará a la complicidad. Los propios e infelices individuos y propagadores de estas ridículas teorías son los más necesitados de ayuda. Es legítima caridad rechazar todas esas fantasías en nombre de la verdad, aunque eso lastime a los compañeros engañados" (Idem, p. 98).

     Uno no puede quedarse quieto o callado, aceptando las cosas como están, preguntándose: "¿Qué se puede hacer? las cosas son así mismo, no vale la pena moverse, sólo me traerá problemas".

       Esa tolerancia es una complicidad inexcusable. ¡No se pide el combate directo, la caza de brujas, no! La actitud de renovación no es esa falsa defensa.

      Polémicas que se vuelven hacia el personalismo, hacia la discusión vacía e interminable nada añade. Sólo demuestra desunión y despreocupación.

      La verdadera solución está en la reconstrucción de las enseñanzas originales por la laboriosa recuperación y por la clarificación mediante el diálogo, el debate productivo, la tolerancia, la libertad de pensamiento. Vea cómo Herculano alerta de forma enfática y sin rodeos indica:

La tolerancia comodista de los que ven el error y se callan es un crimen que hay que pagar en el futuro. Quien pacta con el error para no crear problemas está, sin saberlo, enredándose en las telarañas sombrías de la mentira, comprometiéndose con los mentirosos. Y ese compromiso es un desprecio a todos los que se sacrificaron en el pasado y se sacrifican en el presente para ayudar a la Humanidad en la defensa de sus derechos evolutivos. Este es el momento grave de la evolución terrena en el que no podemos olvidar la advertencia de Jesús: Sea tu hablar sí, sí; no, no. Multitudes de criaturas fueron sacrificadas en el pasado para que la Humanidad se liberara de sus engaños y pudiera encontrar los caminos limpios de la verdad, es decir, de las cosas reales, verdaderas, que nos conducen al saber y a la libertad. Si traicionamos hoy, cómodamente, a estos innumerables mártires, estaremos ensuciando la dignidad humana, cubriendo de basura los senderos de la verdad abiertos por Jesús y ahora reabiertos por el Espíritu de la Verdad a través de Kardec" (Idec, Ibidem)

     Y ojo observen esas nuevas ideas de separatismos que el espiritismo no enseña.

De esa moda que surgió no se sabe de dónde donde se hacen llama:

- Soy un espírita Kardecista.

O algunos queriendo darle una clase de elegancia se hacen llamar:

Espiritistas Kardecianos.

Solo les podría decir que:

    Cuando Einstein elaboró los conceptos de la relatividad, su propuesta tuvo que explicar todo lo que la teoría de Newton explicaba y sólo entonces ampliar su visión de la realidad.
    Él no creó una física einsteiniana en paralelo a una newtoniana. Física es Física. En cualquier rincón del planeta, Física es Física. Lo que no es, simplemente no es.

     Así funciona en la ciencia, una nueva teoría, presentada cuando la anterior ya no explica todo, o explica mal, necesita resolver todo lo que anterior hacía y aún dar cuenta de los nuevos fenómenos surgidos. Funciona por revoluciones científicas. La ciencia se establece por un proceso histórico y progresivo.

       El Espiritismo es una ciencia pura y no un sistema filosófico creado por Kardec. Existen innumerables sistemas filosóficos en la historia. Pero sólo hay una Física.

     Considerar un Espiritismo Kardecista o Kardecianos, permite suponer que existan otros, y no una sola ciencia fuerte.

       Para crear una nueva hipótesis en el Espiritismo, tendrá que respetar el núcleo fuerte de la doctrina espiritista propuesta por Kardec o establecer otra teoría completa que la supere. De lo contrario, no es y no pertenece al espiritismo.

     El espiritismo es espiritismo y punto sin hacer nuevas decisiones para demarcarse. Lo que no es, no es.

    Entonces, cuando se le pregunta en la escuela, en el momento de la inscripción, ¿cuál es su religión? Aun sabiendo que ya no era una religión, sino una ciencia filosófica con consecuencias morales, aun así, con todo orgullo (y habría considerables consecuencias de los prejuicios):

- Soy un espiritista!

              Simplemente eso.


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