Se sabe que dos corrientes principales dentro del movimiento espírita, nacional e internacional, con base en los mismos textos de las obras básicas del Espiritismo, disputan la primacía del acierto sobre la religiosidad o laicidad del tercer aspecto de la Doctrina Espírita, llegando a conclusiones opuestas, mientras que una de ellas afirma que el Espiritismo es ciencia, filosofía y religión, la otra atestigua que él es ciencia, filosofía y moral; A causa de eso, los adeptos de la primera dicen que los integrantes de la segunda practican un Espiritismo laico, y éstos responden tachando a aquellos de espíritas religiosos.
¿Con quién está la razón?
En efecto, el vocablo Espiritismo (del francés spiritisme), ha sido definido por los léxicos como "una doctrina basada en la creencia de la supervivencia del alma y de la existencia de comunicaciones, por medio de la mediumnidad, entre vivos y muertos, o sea, entre los espíritus encarnados y los desencarnados ".
A su vez, el laicismo sería una "doctrina que proclama la laicidad absoluta de las instituciones sociopolíticas y culturales, o que por lo menos reclama para estas total autonomía ante la religión";
Se dice que sería también el "sistema de los que pretenden la interferencia de los laicos en el gobierno de la iglesia", o aún "de dar a las instituciones un carácter no religioso o laico", que, es el estado de quien vive en el mundo, es propio del mundo, es secular (por oposición a eclesiástico).
Finalmente, religioso es un adjetivo que designa "lo que es relativo o conforme a la religión", definida como el "conjunto de prácticas y principios que rigen las relaciones entre el hombre y la divinidad, a través de un culto exterior o interior".
Se percibe que estos conceptos, formulados por medio de signos lingüísticos, son realmente ambiguos, polisémicos o vagos, rebeldes al entendimiento y a la interpretación, razón por la cual hay que reconocer la dificultad de las corrientes espíritas divergentes para encontrar una definición consensuada de la Doctrina Espírita.
Sin embargo de contar en sus filas con personas que conocen a fondo la lengua empleada en el texto, están bien informadas sobre la vida y la obra de Allan Kardec, y dominan como nadie el Espiritismo y su historia, lo que nos obliga a intentar encontrar una solución interpretativa para esta polémica.
Se resalta, sin embargo, que esa afirmación de que la Doctrina Espírita precisa de interpretación no implica, en modo alguno, en "alterar o modificar, a cualquier título, los principios fundamentales y enseñanzas del Espiritismo, contenido en las obras básicas de Allan Kardec" Como fue apresurada e injustamente pregonada, porque tiene el objetivo primordial de ofrecer al intérprete espírita, sea el lector común, el escritor, el expositor o el dirigente-, subsidios para posicionarse ante este problema:
El Espiritismo es laico o religioso?
Pues bien, después de mucho estudiar la cuestión, no encontramos sustentación doctrinal para considerar al Espiritismo sea una religión, porque la textura abierta de esa palabra es ambigua, vaga y polisémica, lo que le atribuye pluralidad e imprecisión de significados por reunir varios sentidos diferentes, hecho que Allan Kardec, con su innegable autoridad, ya había demostrado a la exhaustación, principalmente en un artículo publicado en la Revista Espírita de diciembre de 1.868.
Por otro lado y por una cuestión de justicia, teniendo en cuenta las mismas técnicas de interpretación y los mismos fundamentos, tampoco vemos cómo considerar al Espiritismo una doctrina laica, que, tal como religión, es una palabra de textura abierta, ambigua , vaga y polisémica, lo que también le confiere diversidad e incertidumbre de significación por la pluralidad de sentidos, de modo que su adopción oficial por el Espiritismo causaría a la doctrina daños de la misma intensidad.
En suma, intentando sólo contribuir modestamente a la superación de esa vergüenza y lamentable divergencia entre supuestos espíritas religiosos y espíritas laicos, sugerimos que en adelante, a la pregunta
¿Qué es el Espiritismo ?,
Todos nosotros espíritas, sin ninguna adjetivación, respondamos como Allan Kardec:
"El Espiritismo es, al mismo tiempo, una ciencia experimental y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que se pueden establecer con los Espíritus, mientras que, como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que se derivan de esas relaciones."
Podemos definirlo así:
El Espiritismo es una ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los Espíritus, así como de sus relaciones con el mundo corporal.
[1] Con eso acabaremos de una vez por todas con esas acusaciones recíprocas, haciendo desaparecer cualquier adjetivo laico o religioso para el sustantivo espírita, o sea, no existe ni espírita laico y ni espírita religiosa, sino sólo espírita, lo que ya es mucho.
Porque Allan Kardec dijo que el verdadero espírita es reconocido por su transformación moral y por el empleo de efectivo esfuerzo para domar sus malas inclinaciones.
POR ESTE Y POR OTROS ARGUMENTOS MÁS AL ESPIRITISMO JAMAS SE LO PUEDE ENCASILLAR COMO LAICO O RELIGIOSO ESTO VA EN CONTRA DE LA DOCTRINA, EL ESPIRITISMO ES SOLO ESPIRITISMO Y NO SE LO PUEDE ENCASILLAR SOLO POR EL EGOÍSMO DE ALGUNOS.
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