EL
ESPIRITISMO
REFUTANDO
LOS ERRORES DEL CATOLICISMO ROMANO.
AMALIA
DOMINGO Y SOLER.
¿QUE ES EL ESPIRITISMO?
El Comercio de
Barcelona, en su número 60 correspondiente al 29 de abril del año
actual, dice en un pequeño artículo que consagra al Ateneo libre; «Anteayer inauguró
sus tareas la sección de ciencias exactas poniendo a discusión el tema Necesidades nosocomiales de Barcelona.»
•Presidió el señor D. Manuel de
Lasarte, quien manifestó que el objeto de la sección debía ser el estudio y
vulgarización de la ciencia que lucha en nuestro país con antiguas
preocupaciones y coa el grave inconveniente de que parece abandonar un
fanatismo solo para caer en otro, para pasar de la inquisición al espiritismo!
Mentira parece que hombres
entendidos, que el mundo llama sabios, hablen de esta manera sin estudiar lo
que dicen, sin conocer a fondo lo que menosprecian, pues basta que el señor de
Lasarte pertenezca a una agrupación de libre-pensadores res, para que nos merezca un buen
concepto, y nos sorprende profundamente que un hombre amante de la
ciencia confunda la inquisición con el espiritismo.
Quisiéramos comprender, ¿qué
conexión, que punto de contacto tendrá la primera con el segundo? ¿Qué lazo
podrá unir a la ignorancia del oscurantismo con el libre examen de la razón?
Aun cuando el espiritismo fuera
una locura, una utopía irrealizable, una verdadera alucinación, nunca sería
responsable de los crímenes, de las crueldades, de los tormentos sin número que
forman el abolengo de la santa inquisición, de aquel tribunal terrible, de aquel
tirano de las conciencias, de aquel enemigo del progreso que le decía al hombre
cree o muere.
¿Viene acaso el espiritismo a
levantar derruidos altares?
¿Viene a aumentar la cohorte de
santos de la iglesia romana?
¿Viene a presentar un nuevo ídolo
para fanatizar las multitudes?
¿Viene a imponer dogmas y ritos y
a declararse infalible?
No, y mil y mil veces no; el espiritismo no
pretende ni destruir, ni edificar, es la consecuencia lógica del progreso y de
la razón: es el efecto de una gran causa; mas como comprendemos que nuestra
humilde voz no encontrará eco en la mente del señor de Lasarte, y deseamos que
comprenda lo que es el espiritismo para que no lo confunda con la ceguedad
lamentable de una religión positiva, copiaremos a continuación algunos fragmentos
de la obra de Allan Kardec.
¿Qué es el Espiritismo? dice
en su preámbulo:
«El espiritismo es a la vez una
ciencia do observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica,
consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus; como
doctrina filosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprende
de semejantes relaciones.
»Podemos
definirle así:
El espiritismo es la ciencia que trata de la
naturaleza, origen y destino de los espíritus, y de sus relaciones con el mundo
corporal.»
¿Las anteriores líneas podrán
enlazar directa o indirectamente esta escuela filosófica con la intransigente
inquisición? En buena lógica, creemos que no, ¿En qué se funda el señor de
Lasarte para unir fraternalmente al fanatismo
de ayer, con el análisis
de hoy? dé una razón si la tiene; que como dice Kardec en su obra antes citada
página 9 párrafo segundo.
« ¿Qué pensaría Ud.
de un hombre que se erigiese en censor de una obra literaria sin conocer la
literatura, de un cuadro sin conocer la pintura? Es principio de lógica elemental
que el crítico debe conocer, no superficialmente,
sino a fondo, el asunto de que habla, sin lo cual su opinión carece de valor.
Para combatir un cálculo se ha de aducir otro; pero para ello es preciso saber
calcular. La crítica no debe limitarse a decir que una cosa es buena o mala, es
necesario que justifique su opinión en una demostración clara y categórica,
basada en los principios del arte o de la ciencia. ¿Y cómo podrá hacerlos si
los ignora? ¿Podría Ud. apreciar las excelencias o defectos de una máquina sin
conocer su mecánica?» No; pues bien, su juicio, sobre el espiritismo, que no
conoce, no tendrá más valor que el que emitiría sobre la indicada máquina. Será
Ud. cogido a cada instante en flagrante delito de ignorancia; porque los que
habrán estudiado el espiritismo verán enseguida que Ud. está fuera de la
cuestión; de donde deducirán, o que no es Ud. un hombre serio, o que no procede
de buena fé. En uno y otro caso se expondrá a recibir un mentís poco agradable a
su amor propio.
Repetimos lo que hemos dicho
anteriormente; nos merece profundo respeto la asociación de libre-pensadores
que componen el nuevo Ateneo, y sentimos que uno de sus miembros hable tan ligeramente
de un asunto que no debe haber estudiado; pues estamos plenamente convencidos
que si el señor de Lasarte hubiera leído las obras de Allan Kardec, de Pezanni,
de Flammarion, de Torres Solanot, y de otros autores que sería difuso enumerar,
no diremos que se hubiera hecho espiritista, pero no hubiese cometido la
inexactitud de comparar la noche con el día, de enlazar a un pasado lleno de horror, un presente racionalista y esencialista.
El espiritismo no viene a
reanimar las muertas cenizas de las hogueras de la inquisición; viene a sembrar
las semillas del adelanto, viene a repetir a los hombres las sublimes palabras
de Cristo Amaos los unos a los otros;
viene a recordarnos el consejo de Solou Conócete a ti mismo; viene a afirmar lo que dice
Sócrates, que conocer no es
otra cosa (fue acordarse), y que esperemos lo que esperaba aquel
sabio La aparición de ese dia que no
tiene víspera ni mañana; viene a proclamar el principio
filosófico de César Cantü, que decía El
porvenir no es nunca la repetición de lo pasado.
La inquisición de ayer decía en
absoluto; Fuera de la iglesia no hay
salvación posible, y el espiritismo de hoy exclama: «Humanidad
¡libre eres para creer; la razón derribó a los dioses, y hoy la razón es
diosa!» Hacia Dios por la caridad y la ciencia. Esta es la síntesis del
Espiritismo.
FUESKARDE: Fundación Espirita
Kardeciana del Ecuador
Guayaquil - Ecuador
Jaime
Baquerizo Sotomayor a las 09:33
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